Un clima inestable y con altos índices de humedad, está llevando a que el cierre de la zafa sojera 2023/24 sea “un parto” a juzgar por la evaluación que realizan distintos agentes del sector. “Las horas de cosecha en la última semana han sido muy pobres, poco sol y mucha humedad”, dijo el gerente de producción de Dalmás Agro, Alexis González, en diálogo con Informe Tardáguila.
Los porcentajes de humedad de las últimas chacras levantadas han estado sobre un eje del 18% al 22%. “Arrancamos a cosechar la una de la tarde y a la entrada del sol ya hay que parar porque se hace imposible”, señaló. Dalmás Agro lleva un avance de cosecha del 92% con un rendimiento promedio entre soja de primera y segunda de kg/ha 2.600, con “buena calidad” y “dañado bajo”. De todas formas, el 94% de la cosecha tuvo que pasar por secadora con un promedio de humedad de más de 16%. “Tuvimos muy pocos días para cosechar seco, por debajo del 14%”, aseguró. González dijo que estaba conforme con el rendimiento porque la seca había golpeado fuerte en su momento a Colonia y había llegado a generar cierta preocupación por su impacto sobre los rindes.
En tanto, el productor agrícola del litoral centro-sur, Gabriel Carballal, dijo que dejando de lado una zona de influencia de Dolores-Nueva Palmira y un radio de unos 50-80 km, “el resto del país está muy complicado” para culminar con la cosecha de soja. “Es como si fuera otro país”, acotó. La zona este y centro son hoy las más castigas por el exceso de agua en las chacras.
En tanto, el productor rochense Javier Silva dijo a Informe Tardáguila que terminó su cosecha de soja con un rinde promedio de kg/ha 2.000, unos 700 kg por debajo de las expectativas iniciales. Añadió que, pese al exceso de lluvias, no tuvo problemas de calidad.
Por otro lado, dadas las dificultades en cuanto a la calidad de las últimas cosechas, la disponibilidad de semilla de soja de calidad para la próxima zafra “puede ser un problema” nuevamente como lo fue el año pasado por los efectos de la sequía.