El fenómeno climático de El Niño ha captado la atención del mercado, y se espera que tenga consecuencias significativas en la producción de soja y maíz en varias regiones del mundo, incluyendo Estados Unidos, América del Sur y el Mar Negro. Según el informe "El Niño y sus efectos en el mercado de commodities" de hEDGEpoint Global Markets, se destaca la importancia de comprender estas repercusiones en el sector agrícola.
En cuanto a Estados Unidos, los efectos de El Niño se hacen más evidentes durante los meses de invierno, ya que afecta las corrientes de aire y, por ende, el clima en el país. Pedro Schicchi, analista de Granos y Oleaginosas de hEDGEpoint Global Markets, explica: "Aunque los efectos son menores durante el verano, no se puede afirmar que no existan para los cultivos de maíz y soja". Sin embargo, las correlaciones entre El Niño y la productividad de estos cultivos en los diez principales estados productores de Estados Unidos no son significativas, lo que indica que los efectos, aunque presentes, son relativamente pequeños. Además, se observa un efecto negativo más consistente en los estados de Ohio e Indiana, donde el maíz es más susceptible a las variaciones en la productividad en comparación con la soja.
En América del Sur, se analizan dos períodos clave: el otoño y principios de invierno, cuando se cultiva maíz de invierno en Brasil, y la primavera y principios del verano, cuando se cultivan soja y maíz en Argentina y Brasil. Durante el otoño e invierno brasileños (marzo-agosto), El Niño se asocia con temperaturas más cálidas, lo que favorece el crecimiento de los cultivos al reducir el riesgo de heladas. Schicchi destaca que hay una diferencia clara entre la productividad del sur de Brasil y la de Argentina en relación al resto de Brasil.
El impacto de El Niño ha sido positivo en el primer grupo y neutro en el segundo. Sin embargo, las precipitaciones en el centro-oeste, una región clave para la agricultura, pueden variar y afectar la cosecha. Las altas temperaturas durante el invierno, que ya es una estación seca en Brasil, pueden generar pérdidas cuando las precipitaciones fallan. Aunque las condiciones actuales presentan buenas perspectivas para la cosecha, existen preocupaciones que podrían afectar el límite superior de las expectativas en Brasil.
En el Mar Negro, durante un episodio de El Niño, Ucrania puede experimentar temperaturas más cálidas y condiciones más secas, lo que puede provocar sequías y una menor productividad en los cultivos. Las estimaciones iniciales para la zafra 23/24 muestran una cosecha casi a la mitad de los niveles anteriores a la guerra, y las existencias en el país están retornando a niveles previos al conflicto. Cualquier impacto adicional en la productividad debido a El Niño podría agravar la situación en el sector agrícola ucraniano. Sin embargo, se espera que la Unión Europea se recupere de la mala cosecha del año pasado, y se prevé una anomalía positiva de precipitaciones en la mayoría de los países de la UE durante el fenómeno, lo que disminuiría su dependencia de la oferta ucraniana.