La caída en el consumo y los precios de los derivados petroleros (diésel y gasolina), es un hecho que va a afectar negativamente a los mercados de biocombustibles.

En el caso de los mercados mandatorios, la baja en el consumo implicaría una menor demanda de biodiésel y bioetanol, mientras que en los mercados no mandatorios los menores precios de la gasolina y el diésel sacarían de competencia a los respectivos biocombustibles.

Según informaron medios internacionales, 16% del maíz y 20% de la caña de azúcar del mundo se destinan a la producción de bioetanol, mientras que 19% del aceite de soja y 16% de la palma del mundo se destinan a la producción de biodiesel. La caída en el consumo de biocombustibles aumentará los stocks de materias primas asociados, poniendo mayor presión a la baja de los precios de estas