Tras una zafra de soja muy complicada para su cierre por el exceso de lluvias que se dio en abril, mayo, y el arranque de junio, la comercialización de soja mostró un fuerte dinamismo durante el sexto mes del año. De acuerdo a los datos de adunas, las solicitudes de ventas al exterior de la oleaginosa superaron las 600 mil toneladas con ingresos por unos US$ 266 millones. El valor medio de la tonelada fue de US$/t 440 FOB.
Cabe precisar que este valor no es el que recibe el productor, ya que deben descontarse los gastos incurridos en casi un 90% de la cosecha por secado y flete hasta las plantas de acopio. Además, las últimas cosechas de la zona este se han realizado con un importante porcentaje de grano dañado y el consumo de combustible por el barro fue muy superior a otras campañas.
Según aduanas, el 52% de las ventas tuvo como destino China en junio, mientras la Zona Franca de Nueva Palmira tuvo un 47%. Gran parte de esa soja de ese puerto es luego exportada a la potencia asiática.
En lo que va de la zafra 2023/24, marzo-junio, se han embarcado 1,64 millones de toneladas de soja por unos US$ 724 millones. Con una baja muy sensible en los rendimientos al cierre de la zafra y pérdida de algunas chacras el rinde promedio para la campaña se ubica hoy sobre un eje de kg/ha 2.200. Tomando en cuenta el área de siembra por teledetección que reportó URUPOV, de 1,340 millones de ha, la cosecha de soja de la presente campaña rondaría los 2,9 millones de toneladas. Pese que no se superarían los 3 millones de tons como se previa al arranque de la cosecha, sería la mejor campaña en términos de producción desde 2016/17 (3,2 millones de tons).
Así, en materia de comercio, todavía quedarían por embarcar alrededor de 1,3 millones de tons, que sumarían unos US$ 520 millones, asumiendo un valor por tonelada de US$ 400. Por tanto, las exportaciones de soja de la zafra 2023/24 rondarían los US$ 1.250 millones.