Las condiciones meteorológicas para el cultivo de arroz han sido “excepcionales”, en especial en los últimos 10-12 días, y el cultivo viene superando las distintas etapas, hasta el momento, de muy buena forma, dijo a Panorama Agrícola el consultor privado Hernán Zorrilla.

Habiendo agua, lo principal para el cultivo de arroz en la actual fase desarrollo es la combinación de horas de sol, radiación y temperatura, y vaya si este verano ha sido generoso desde ese punto de vista, con más de 10 horas diarias de sol a pleno y altas temperaturas.

Lo que comenzaba a ser crítico era la disponibilidad de agua, por lo que las precipitaciones registradas en las últimas horas han traído un alivio a todo el sector. “Los sistemas de riego iban a colapsar si las precipitaciones no se concretaban”, dijo Zorrilla. El manejo del agua pasa a ser fundamental en estas condiciones, de manera de aprovechar este insumo clave.

El experto dijo que una de las posibilidades es recortar el suministro en variedades de ciclo corto, pero desde este punto de vista hay un problema con la variedad Merín, que actualmente ocupa 50% del área y que es de ciclo “muy largo”, por lo que precisa mucha agua.

El cultivo está ingresando en la fase de floración, considerada una de las etapas críticas. Zorrilla puso el ejemplo de una carrera de postas. El primer tramo, la de la siembra, fue en fechas óptimas, la implantación también, la fase vegetativa se desarrolló de muy buena manera, así como la primera parte de la fase reproductiva. “Lo más crítico de ahora en adelante es que no colapsen los sistemas de riego”, afirmó.

El cultivo de arroz aumentó la superficie ocupada este verano en 20 mil hectáreas a 163 mil, luego de un año pasado óptimo en cuanto a rendimiento y buenos precios. Se logró un rendimiento promedio de 9.400 kilos por hectárea, “de los más alto del mundo”, dijo Zorrilla, con un precio provisorio bueno, de US$ 12,30 por bolsa. Hasta el momento se lleva comercializado 70% de la producción pasada, pero está habiendo algunos problemas para el 30% restante, fundamentalmente por los altos costos de transporte internacional. Esos costos “le pegaron en la nuca al arroz”, dijo Zorrilla.

Los costos internos para el cultivo en desarrollo también subieron fuerte. Se estiman costos por hectárea de US$ 1.900, unos US$ 300 por encima del ejercicio anterior. Por lo tanto, se precisan unas 155 bolsas para cubrirlos. Por el momento el cultivo se viene desarrollando muy bien, por lo que la expectativa es auspiciosa. Si se lograra el mismo rendimiento del año pasado, son unas 188 bolsas por hectárea. Pero, como siempre, antes de festejar hay que esperar a que termine la carrera.