El Licenciado Ignacio Foderé (MBA) tiene una gran trayectoria en la industria financiera y agropecuaria. Sus comienzos en la industria financiera se remontan al año 2000 cuando trabajó en el departamento de ejecución de inversiones de Merrill Lynch, donde realizaba transacciones de acciones, bonos, commodities, monedas y títulos de deuda en general.
Dentro de las funciones que desempeñó en Merrill Lynch también estaban el asesoramiento sobre inversiones globales en mercados secundarios y OTC.
A partir de 2005 se incorporó a los Agronegocios ocupando un rol de dirección en la empresa Fadisol SA. Allí participó de los distintos eslabones pero siempre con el foco en lo comercial y financiero. Manejó todos los negocios de granos físicos como también de futuros y opciones, y tuvo un desempeño determinante como director financiero de la empresa.
A través de su empresa, IFOtrading, Foderé ofrece un servicio para el uso de futuros y opciones para mitigar los riegos de la producción agrícola en Uruguay.
Consultado por Informe Tardáguila sobre la coyuntura actual de los precios de los granos en los mercados internacionales y las perspectivas para la comercialización para la actual zafra de verano, Foderé transmitió un mensaje de cautela y considera que no hacer nada para el caso de la soja puede ser “muy costoso”.
A su juicio, hoy la relación de stock en el mundo “está bien” y “mejor que el año pasado”. A esto se suma que el agricultor brasileño apenas vendió solo el 30% de una supercosecha, que algunos analistas llegan a situar en los 160 millones de toneladas (el año pasado se levantaron 125 millones de toneladas en ese país).
Foderé advierte que los productores que no tomaron posiciones sobre su próxima cosecha o no contrataron un seguro pueden lamentarse cuando arranque la cosecha durante el próximo año. A su juicio, el hecho de que se vengan de dos años consecutivos de buenos precios puede llevar a que exista cierto “exceso de confianza” en que los niveles actuales de precios para la soja se van a sostener y advirtió por la salida (venta) de distintos especuladores del mercado. El experto indicó que su sugerencia es tomar alguna “acción” ya sea vendiendo físico o cubrirse con una inversión mínima para ponerle un “piso razonable” el precio y llegar “tranquilo” a la cosecha.
Foderé recordó lo que pasó con la última campaña de colza cuando había precios de US$ 700-800 por tonelada y llegó la cosecha con valores sobre un eje de US$ 500. “En ese caso perdieron los productores y ganaron los especuladores”, recordó.
Foderé admitió que hoy el combo es complicado porque la venta física de soja tiene una realidad compleja porque el agricultor no sabe si tendrá o no su cosecha, por lo que la opción de contratar un seguro de precio puede ser una alternativa más acorde al momento. “La otra decisión es no hacer nada, pero el no hacer nada puede ser muy costoso”, alertó.
De acuerdo al director de IFOtrading, la venta de soja física de Uruguay está hoy sobre un 25%, mientras que hay otro 75% que está en manos del azar. En tanto, los seguros de precios no llegan al 5% del total de la producción. De todas formas, aseguró que los que agricultores que utilizan esa herramienta cubren el 100% de su cosecha.
Foderé indicó que quizás hoy existe una excesiva influencia de la situación en Argentina por la pérdida de cosecha de soja. “Si estamos mirando Argentina, estamos mirando el árbol y no el bosque. Brasil tiene un cosechón de soja por delante con rendimientos de Mato Grosso que son muy buenos hasta ahora”, indicó.
A su juicio, es momento de “tomar recaudos” y aprovechar una coyuntura de precio para la soja que varios analistas están manejando está “por encima de sus niveles de fundamentos”. Añadió que ve un precio de la soja más cerca de los US$ 450 por tonelada que de los US$ 550 para la zafra de cosecha, aunque hay analistas de Chicago que ya manejan un escenario de precio de US$ 400 para los meses de abril y mayo.