Las previsiones para la campaña triguera 2022/23 están influidas por una importante recuperación de la superficie sembrada de más de 44 mil hectáreas y por expectativas de buenos niveles de productividad que serían superiores al promedio histórico del cultivo. Como resultante, se proyecta un aumento en el volumen de la cosecha nacional que superaría el millón de toneladas, dice la Oficina de Programación y Política Agropecuaria en su Anuario 2022.
La información divulgada por DIEA reporta una estimación de superficie de trigo de 288 mil hectáreas, lo que marcaría una expansión de 18% respecto del área sembrada el ciclo previo (244 mil hectáreas), la mayor superficie sembrada desde la zafra 2015/16.
Se reportan -en general- buenos niveles de productividad sin problemas de inocuidad, que llevan a proyectar una media nacional que podría ubicarse en torno a las 3,8 t/ha (guarismo alto para la serie histórica, apenas -5% por debajo la zafra anterior y -9% por debajo del rinde récord del año 2020/21). Respecto a la calidad del grano cosechado, si bien no habría problemas con la proteína, aún existe incertidumbre respecto a la afectación que podría haber generado la falta de precipitaciones.
Por tanto, con la superficie de siembra estimada en 288 mil hectáreas y de confirmarse los rendimientos proyectados, las previsiones de cosecha se ubicarían en el orden de 1,1 millón de toneladas, superando las 974 mil del año previo, y superando con creces la media anual de 771 mil toneladas del último quinquenio, generándose un volumen superior a las necesidades del mercado local (Gráfica 15).