Por Andrés Oyhenard

La pasada semana la cooperativa danesa DLF anunció una alianza con la Unión Rural de Flores (URF) para el desarrollo y la comercialización de semillas forrajeras en Uruguay. En entrevista con Panorama Agrícola, el técnico responsable de DLF Uruguay, Ing. Agr. Felipe Bonilla, habló sobre qué implica esta alianza y cómo ve el potencial de este negocio a futuro.

¿Qué implica para DLF Uruguay esta alianza con la URF y que buscan con la misma?

Para DLF es un gran desafío alcanzar una alianza con una cooperativa con la trayectoria de la Unión Rural de Flores (URF) con la llegada al productor que tiene. Nuestro objetivo es que esta sinergia nos dé un salto de calidad en el posicionamiento de nuestros productos, que no tenemos ninguna duda van a aportar mucho al productor. El background que tenemos de tecnología, de adaptación, de mejoramiento genético debía ser acompañado con un socio de la altura de la Unión Rural de Flores para que llegue al productor de la mejor manera y pueda ser una diferencia en eso.

¿En qué productos hará énfasis esta alianza para la comercialización? ¿Hay algún caballito de batalla en particular para el inicio?

Es una gama amplia de productos de las cuales sí tenemos algunos destacados. Por ejemplo, tenemos un raigrás italiano Lush de ciclo largo que ha estado liderando las evaluaciones de INIA-INASE en producción de materia seca. También tenemos el dactylis Captur, que también lideró las evaluaciones. Creo que, posicionado este cultivo en los ambientes adecuados, no tengo ninguna duda que va a andar muy bien. Asimismo, tenemos una festuca de ciclo largo y resistente como Ninkoko y también otras más resistentes y rústicas, además de una achicoria Quality, que es un modelo con baja inducción floral que el productor la ha venido adoptando en el último tiempo. No tengo ninguna duda que estas variedades van a hacer nuestros caballitos de batalla.

¿Cómo están viendo hoy el escenario para la producción de semillas en Uruguay? Hoy hay un escenario algo más débil para la ganadería, cierta mejora para lechería y una agricultura que se la ve pujante.

La producción de semillas en Uruguay es desafiante sin lugar a duda, pero el productor uruguayo tiene mucho expertise en lograr buenos rendimientos. Estoy hace más de 10 años en la producción de semillas y lo que ha venido avanzando el productor uruguayo en la obtención de rendimientos es impresionante. Entonces, no tengo ninguna duda que la producción de semilla forrajera en Uruguay tiene su lugar. Obviamente que hay que brindarle un buen negocio al productor para competir con los cultivos de invierno en este caso. Aunque sea desafiante la zafra, nosotros pensamos que vamos a estar a la altura con el volumen y la disponibilidad que hemos venido trabajando.

¿Tienen alguna proyección de crecimiento ya para 2023?

En nuestro caso vamos a ser cautos. Como primer año sí hicimos una planificación y vamos a ir viendo sobre los pasos. Para la próxima zafra sí creo que vamos a estar armados. Nuestra ambición y la de la Unión Rural es la de ir creciendo al tener un portafolio más completo que permita salir más allá de su zona de influencia de hoy en día para conquistar nuevos territorios con las semillas forrajeras. En esto estamos alineados 100% y vamos por ese camino.