Bajo la presión de una oferta sudamericana que se prevé abundante, la soja completó la quinta semana bajista seguida en Chicago. En cambio, el trigo logró una segunda semana positiva para sus cotizaciones, que procuran revertir la debilidad de los meces precedentes. En ese repunte fueron excluyentes las compras chinas. El maíz logró una ligera suba en la plaza estadounidense por el incierto futuro de la campaña en Brasil. En el mercado argentino hubo subas nominales en el mercado físico, en la espera del rumbo del nuevo gobierno.

Los contratos enero y marzo en Chicago perdieron un 1,58 y un 1,67%, al pasar de 486,85 a 479,14 y de 494,39 a 486,12 dólares por tonelada. En tanto, la posición julio 2024 quedó a US$/ton 496.

Incluso bajo condiciones que se mantienen lejos del ideal en Brasil, donde los excesos de humedad en el sur y un prolongado déficit hídrico en el centro y en el norte demoraron la siembra, afectaron la emergencia de las plantas y obligaron a resiembras, de momento, el volumen previsto para la cosecha continúa siendo muy abundante, tanto es así que el viernes el USDA apenas redujo su previsión de 163 a 161 millones de toneladas, aunque elevó de 97,50 a 99,50 millones el volumen estimado para las exportaciones. Un día antes, la Conab ajustó de 162,42 a 160,18 millones de toneladas su proyección sobre la producción brasileña y de 103,01 a 101,59 millones las exportaciones del grano sin procesar. Además, a los fines del análisis del mercado, se considera que lo que eventualmente pueda perder Brasil en esta campaña podrá ser compensado por la Argentina, que luego de ver caer la producción hasta los 25 millones de toneladas en el ciclo 2022/2023 apunta ahora a un volumen que, según el USDA, alcanzaría los 48 millones de toneladas.

En síntesis, si bien aún queda mucho camino por recorrer y el clima debería volverse más generoso en lluvias para el centro-norte brasileño –de lo contrario las actuales previsiones del USDA y de la Conab resultarían inviables–, de momento el mercado no vislumbra una crisis de oferta sudamericana, sino todo lo contrario. Fuente: Granar Research