Luego de hilvanar la tercera rueda alcista seguida en Chicago, la soja sigue en el proceso de recuperación tras las pérdidas mayores al 3,2% de la semana pasada, con los fondos como protagonistas por la compra de contratos de la oleaginosa. La posición mayo ganó US$ 9,4 y cerró a US$/ton 539, mientras que la de julio quedó en US$/ton 531 (+US$ 8,7).

El principal fundamento alcista lo aportó la harina (la posición mayo sumó US$ 13,12 y cerró con un ajuste de US$ 504,74 por tonelada), en virtud de la chance de que la menor producción argentina de soja resienta las exportaciones del principal proveedor mundial del subproducto de la oleaginosa, incluso si las importaciones para abastecer a la industria aceitera argentina crecen hasta niveles récord.

La apreciación del real frente al dólar les resta competitividad a las exportaciones de Brasil y le quita estímulo para vender a los productores brasileños que, sin embargo, deben salir a desprenderse de parte de sus granos por las complicaciones logísticas que genera una cosecha récord en la capacidad de acopio. Justamente esto último seguirá presionando sobre el mercado en las próximas ruedas, al igual que la falta de nuevas compras chinas del grano de EEUU.

En la previa del informe del USDA sobre perspectiva de siembras 2023/2024 en Estados Unidos, que será publicado el viernes, los privados promediaron el área destinada a la soja en 35,71 millones de hectáreas, por encima de los 35,39 millones de la campaña anterior, pero levemente por debajo de los 35,39 millones proyectados por el organismo en febrero, durante su Foro Anual.

 

En su informe semanal la Conab relevó el lunes el avance de la cosecha de soja de Brasil sobre el 69,1% del área apta, frente al 62,5% del reporte anterior y al 75,8% de igual momento de 2022. Fuente: Granar Research