Los precios de la soja cerraron en alza en Chicago, en línea con el fuerte repunte de la harina (la posición marzo sumó US$ 16,98 y terminó la jornada con un ajuste de US$ 4912 por tonelada) y pese a la continuidad de las bajas del aceite (marzo perdió US$ 28 y quedó en US$ 1.345 por tonelada).
Entre los principales argumentos de la tónica alcista se destacaron el clima seco y muy caluroso que se registra en buena parte de las zonas agrícolas de la Argentina, donde la siembra arrastra una demora próxima a los 20 puntos porcentuales y donde el déficit hídrico se prolonga de manera peligrosa para expectativas productivas que pronto deberán ser reconsideradas. Condiciones similares, de falta de humedad y ola de calor, fueron previstas por el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) de Brasil para los tres Estados del Sur brasileño (Río Grande do Sul, Paraná y Santa Catarina), para los que emitió una alerta que va del 7 al 9 de diciembre. La máxima puede superar los 34 grados, especialmente en el oeste de los tres Estados. El escenario en la región sur de Brasil es preocupante porque, por tercer año consecutivo, las lluvias pueden estar por debajo del ideal para el desarrollo de la cosecha de granos.
Completó el cuadro alcista la confirmación publicada por el USDA de dos nuevas ventas de soja, una a China, por 264.000 toneladas, y la otra a destinos desconocidos, por 240.000 toneladas. El contrato de la soja marzo 2023 avanzó US$ 6, a US$ 535 por tonelada en Chicago.
Por su parte, el maíz cerró en baja por sexta rueda consecutiva en Chicago, en línea con la profunda caída que viene experimentando el valor del trigo y por un ritmo de exportaciones y embarques más lento de lo necesario para cumplir las metas fijadas por el USDA. Atado a esto, los privados consideran que el viernes el organismo elevará en su informe mensual el cálculo sobre las existencias finales estadounidenses de 30,02 a 31,45 millones de toneladas. El descenso del valor del petróleo también contribuyó con la tónica bajista de los precios del maíz. El maíz mayo 2022 perdió US$ 1,28, a US$ 251 la tonelada.
Finalmente, el trigo volvió a cerrar con sus precios en baja en Chicago y en Kansas, con marcas que ya son las más bajas desde agosto. La activa liquidación de contratos por parte de los especuladores sigue su curso y el grano estadounidense está ganando competitividad, pero producto de la prolongada tendencia negativa.
En el nivel internacional, dando argumentos a las pérdidas en Estados Unidos, la Unión Europea sigue siendo el bloque con mejor desempeño exportador entre los habituales proveedores de trigo, mientras que los despachos desde la zona del Mar Negro fluyen sin grandes percances tras la renovación del acuerdo de Estambul, con Rusia descontando el atraso que registraron sus ventas entre julio y fines de septiembre.
Mientras tanto, Kansas, el principal estado productor de trigo de Estados Unidos, sigue bajo condiciones de sequía, al tiempo que persisten las dudas sobre la calidad de la abundante oferta de Australia y sobre el volumen que la Argentina podrá volcar en el mercado mundial. Contrato de trigo marzo 2023 en Chicago bajó US$ 3,7, a US$ 268 la tonelada. Fuente: Granar