La semana terminó con mayoría de alzas para los precios de los granos en Chicago. De ellas se destacaron las logradas por la soja que, lamentablemente, tuvieron como principal fundamento las trágicas inundaciones que afectan el sur de Brasil, donde estarían en riesgo hasta 5 millones de toneladas de la oleaginosa. Con buenas noticias desde la industria del etanol, el maíz logró un balance positivo, en tanto que el trigo pudo confirmar el fuerte repunte de la semana anterior.
La soja cerró la semana con precios en alza en Chicago, donde los contratos mayo y julio sumaron 3,65% y 3,21%, al pasar de US$/t 426,04 a 441,57 y de US$/t 432,57 a 446,44. Mejor aún resultó la semana para la harina de soja, que logró un aumento del 7,98% para la posición julio, que pasó de US$/t 379,96 a 410,27.
Con más de 500 milímetros precipitados en los últimos cinco días, un volumen extraordinario que quedó incluso por fuera de las escalas que utilizan los mapas que revelan los acumulados, las graves inundaciones que se registran en Rio Grande do Sul, en el extremo sur de Brasil, fueron la razón del sacudón alcista de la soja y de la harina. Luego de recolectar poco más de 13 millones de toneladas de la oleaginosa en el ciclo 2022/2023, como parte del segundo año bajo condiciones de sequía, en la actual campaña este Estado sureño apunta a convertirse en el segundo mayor productor de soja brasileña con una cosecha récord, que antes del evento extremo actual era estimada en 22,25 millones de toneladas por la Empresa de Asistencia Técnica y Extensión Rural (Emater) de Rio Grande do Sul. El jueves este organismo relevó el progreso de la recolección sobre el 76% del área apta, de manera que el potencial de pérdidas rondaría los 5 millones de toneladas.
Por su lado, el maíz terminó la semana con saldo positivo para sus precios en Chicago, al cerrar con alzas del 1,59% y del 2,27% para las posiciones mayo y julio, que pasaron de US$/t 173,22 a 175,98 y de US$/t 177,16 a 181,19.
El Departamento del Tesoro actualizó el pasado martes su disposición sobre el acceso a créditos fiscales para la producción de combustible de aviación sostenible (SAF). Allí se determinó que el etanol y el biodiesel calificarán automáticamente, pero solo si los agricultores utilizaron una combinación específica de prácticas agrícolas sustentables para producir maíz y soja. Para el etanol, el maíz debe cultivarse sin labranza, con cultivos de cobertura y fertilizantes de mayor eficiencia. Para el biodiésel, la soja debe utilizar labranza cero y cultivos de cobertura. También califican los proyectos que producen biocombustibles como parte de la iniciativa de agricultura climáticamente inteligente del USDA.
Finalmente, con mayoría de alzas cerró el trigo en Estados Unidos, de manera que ratificó el fuerte repunte de las cotizaciones durante la semana anterior. En esta ocasión, en Chicago las posiciones mayo y julio sumaron 0,43% y 0,04%, al pasar de US$/t 221,63 a 222,64 y de US$/t 228,61 a 228,71.
Una de las variables que le dio firmeza al cereal fue la falta de humedad que persiste en el sur de Rusia, la región líder en producción de trigo, que ya está afectando la condición de los cultivos y que puso a los privados a recalcular sus estimaciones. Además, ahora se estaría sumando como hecho agravante una ola de frío en el centro del país, también con potencial de hacer daño a las plantas si se llegara a dar lugar a eventos de heladas. La consultora rusa IKAR recortó su estimación de producción de trigo para 2024 de 93 a 91 millones de toneladas. Semanas atrás, SovEcon ajustó su previsión de 94 a 93 millones de toneladas. Sin embargo, en el mercado gana consenso la idea de que la producción de Rusia estará en torno de los 85 millones de toneladas, un volumen todavía abundante. Fuente: Granar Research