Lo que era un temor comenzó a materializarse. La sequía no sólo afectó severamente la campaña de granos finos y redujo a la mitad las previsiones para el trigo en Argentina, sino que complica el ciclo de granos gruesos. “Hay alerta roja en soja de primera ya que el 49% está en situación de regular a mala”, aseguró el último reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario, al señalar que 2 millones de hectáreas revisten esas características.

“Se ve desde floración anticipada, quemado de hojas, muerte de plántulas y hasta síntomas de fitotoxicidad por el intenso estrés termo hídrico y hay muchos lotes que hay que resembrar, pero tan grande la desazón que hay productores que evalúan no sembrar más”, aseguraron técnicos de la zona de Bigand, en el sur de Santa Fe.

En este marco, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación homologó la emergencia agropecuaria presentada por la provincia de Santa Fe para las explotaciones agropecuarias afectadas por la sequía, ubicadas en todo el territorio provincial hasta el 31 de mayo de 2023. Esa medida comprende los beneficios contenidos en el Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios establecido por la Ley Nº 26.509. Para sumarse al beneficio, los productores deberán disponer del certificado de emergencia o desastre agropecuario emitido por el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología en el marco del decreto 2476/22.

 

Una soja complicada

De este modo, la campaña de granos gruesos arranca con el pie izquierdo. Según indicó GEA, en Bigand, la falta de agua y el calor extremo, “prácticamente quemante para el cultivo lo dañaron al punto de borrar de la superficie un 15% de lo implantado”, indicaron especialistas de la zona. También cerca de Villa Mugueta, los lotes laboreados también empezaron a secarse y en Corral de Bustos reportan problemas de “carry-over”, ya que por la falta de agua y las bajas temperaturas del invierno no se degradaron los herbicidas residuales y hoy hay efectos de fitotoxicidad en las sojas de primera con herbicidas aplicados en el otoño y hasta algunos se remontan a aplicaciones del verano pasado.

Aún restan 600 mil hectáreas de soja por sembrar, son 200 mil de primera y 400 mil de segunda. “Los lotes que recibieron agua el fin de semana pudieron avanzar con las siembras: el progreso en soja de segunda fue de 27 puntos porcentuales y la región totaliza un 60% del área sembrada”, aseguró GEA. Pero las zonas menos favorecidas por las últimas precipitaciones están a la espera. Explicó que en el centro sur de Santa Fe y sudeste de córdoba se reportan los mayores avances de siembra de soja de segunda: Carlos Pellegrini y Corral de Bustos sembraron el 80% del área intencionada. Sin embargo, en Cañada de Gómez se lleva sembrado entre un 10 a un 30% del área.

En el área de Bigand y los alrededores de Rosario debido a la falta de agua habrá muchos lotes para resembrar. “El sector está muy preocupado por los malos pronósticos que hay por delante, con pocas lluvias hasta entrado febrero el panorama es gravísimo”, indicaron los técnicos.

Según el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las lluvias registradas en sectores del centro del área agrícola permiten avanzar con las labores de siembra. La última semana “se pudo relevar un progreso intersemanal de siembra de soja de 13,5 puntos porcentuales cubriendo el 50,6 % del área estimada a nivel nacional”, indicó el PAS. La condición hídrica regular/sequía tuvo una contracción de 2,2 puntos intersemanal producto de las lluvias registradas sobre el centro del área agrícola que permitieron además dar inicio a las labores de siembra en cuadros de segunda ocupación. En cuanto a la condición de cultivo, 2 de cada 10 hectáreas en pie informan una condición buena.

En tanto, en el centro del área agrícola informan lotes enmalezados como consecuencia de una mala incorporación de pre-emergentes y la presencia de Helicoverpa gelotopoeon (isoca bolillera).

Con respecto al maíz, la siembra cubre el 42,6 % del total nacional proyectado para la campaña en curso, con los mayores avances en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires luego de la ocurrencia de lluvias que permitieron mejorar la oferta hídrica superficial. A la fecha el alcanzando al 71,6 % de los cuadros implantados reportan una condición hídrica adecuada. Por otro lado, se estima que el 22,8 % del cultivo en pie presenta una condición regular/mala, concentrándose sobre centro norte de Santa Fe donde un 58% de los cuadros implantados se encuentran en dicha condición.

Esta situación que refiere el PAS sobre el maíz es similar a lo que expresa GEA. “El maíz temprano no logra reponerse: ya hay pérdida de lotes”, indicó el reporte. “Se ve un cultivo muy estresado, no se recupera, no florece y se calcula que ya han perdido un 80% de su potencial”. De modo que, si no llueve en los próximos 10 días, “el 80% estará perdido y hay lotes que ya lo están y se los secará o picará”.

En tanto, más de la mitad del maíz tardío ya está sembrado sobre la región. Son 825 mil hectáreas de las 1,3 millones intencionadas. “En una semana se avanzó un 30% aprovechando la humedad generada por las lluvias de la semana pasada”, agregó GEA. “Esta campaña vamos avanzando de milímetro en milímetro”. Sin embargo, en el centro-sur santafecino aun no pudieron arrancar y en el extremo sur el comienzo es de solo el 30%. “De tardío no hay nada sembrado. Solo hay algún arriesgado que lo está haciendo, pero en general no se toca un lote, no hay humedad. Tal es así que hay mucho maíz tardío hablado para sembrar en enero”, dicen los asesores. Fuente: Agroclave – La Capital