La rueda pos Navidad en Chicago cerró con precios en alza para la soja, apuntalada por el repunte que viene experimentando la harina en las últimas jornadas (la posición enero sumó US$ 14,11 y quedó con un ajuste de US$ 336,97 por tonelada), a contramano de la persistente debilidad del aceite (enero bajó US$ 8,16 y quedó en US$ 870,15 por tonelada), en vistas de un futuro incierto para la materia prima del biodiésel si, como muchos prevén, la Administración Trump le quita estímulo a la producción de dicho biocombustible. Una eventual desaceleración de la demanda de aceite haría bajar el ritmo de la molienda y, por ende, las existencias de harina. La posición marzo 2025 de la soja ganó US$ 6 y quedó a US$/t 366.

De igual modo, a favor de la soja y de la harina jugaron los fondos de inversión que, con posiciones vendidas muy importantes, salieron a comprar contratos de ambos productos, entusiasmados por la chance de tiempo más seco en la Argentina en las próximas semanas por un posible evento Niña. Pese a esto último, de momento las perspectivas siguen siendo favorables para la nueva campaña de la soja en Sudamérica y eso todavía limita el potencial alcista del complejo sojero en Chicago.

Al respecto, según el mapa de precipitaciones previstas para los próximos siete días del Instituto Nacional de Meteorología de Brasil, las mayores precipitaciones deberían concentrarse en una franja que comprende las regiones Norte y Sudeste del país. "Se pronostican lluvias acumuladas superiores a los 150 milímetros en puntos entre el sur y el oeste de Minas Gerais, el suroeste de Goiás, el norte de Mato Grosso, el sur y el noreste de Pará y sobre el oeste de Amazonas. Cerca de estas zonas los volúmenes pueden superar los 100 milímetros en varios municipios", marcó el organismo.

En tanto, el maíz completó su quinta rueda alcista consecutiva en Chicago, sostenido por la firmeza de la demanda externa en lo que va del ciclo comercial, que podría obligar al USDA a seguir achicando el volumen de las existencias finales estadounidenses, y por las perspectivas de un incremento de las compras desde la industria del etanol si finalmente se habilita el uso del E-15 durante todo el año. La posición marzo cerró en US$/t 179 (+US$ 2).

Finalmente, el trigo concluyó la jornada con valores en alza en las plazas estadounidenses, sostenido por las desfavorables perspectivas vigentes para la nueva campaña en Rusia, donde los cultivos de invierno, que perdieron superficie respecto del año anterior, necesitan humedad para no seguir desmejorando su condición. Además, se prevé que en los próximos meses las exportaciones rusas de la actual campaña vayan perdiendo dinamismo en función de las restricciones que viene imponiendo el Kremlin y de la caída de las existencias domésticas. La posición marzo cerró en US$/t 199 (+US$ 2).

La consultora rusa IKAR estimó que las exportaciones de cereales rusos en la campaña 2025/2026 ascenderán a 52 millones de toneladas, incluidos 41 millones de toneladas de trigo, por debajo de los 43,50 millones calculados para la presente temporada. El lunes pasado SovEcon proyectó en 36,40 millones de toneladas el volumen de las ventas externas rusas de trigo en la próxima campaña. En cuanto al actual ciclo comercial 2024/2025, IKAR advirtió que la participación de Rusia en las exportaciones mundiales de trigo caerá a alrededor del 20%, por debajo del 25% de los años anteriores, aunque se espera que continúe siendo el principal país exportador del mundo.

Por su parte, el Ministerio de Agricultura de Rusia estimó en 82,40 millones de toneladas el volumen de la cosecha 2024/2025 de trigo, por debajo de los 92,90 millones relevados para el ciclo anterior. Cabe recordar que el USDA calculó la producción rusa en 81,50 millones de toneladas. Fuente: Granar Research