A juicio del Ing. Agr. Esteban Hoffman, director general de Unicampo Uruguay, el cierre de la zafra de verano 2024/25 puede terminar con un saldo donde al cierre la “balanza se incline a favor del maíz” en detrimento de la soja de segunda porque el riesgo de la chicharrita era “prácticamente nulo” y la perspectiva de precio era afectaba más a la soja, en el momento de decidir. 

Añadió que cuando se debió tomar esa decisión (a mediados de diciembre) la soja tenía una cotización de US$/t 340-350 Nueva Palmira, lo que para un productor del norte implicaba unos US$/310-315. “Con eso números había que sacar para una soja de segunda arriba de kg/ha 2.000 para poder empezar a pagar algo de la renta. Hoy todavía no sabemos con exactitud cuánta área de soja pasó a maíz y cuándo efectivamente se sembró en verano. Mi impresión es que vamos a tener un área de maíz muy similar al año pasado o levemente inferior y caída de la soja”, comentó. De acuerdo a la DIEA, el año pasado se implantaron unas 234 mil ha de maíz y 1,27 millones de ha de soja. Esto porque el maíz tiene la perspectiva de tener una cotización similar a la de una paridad de importación, hoy unos US$/t 190. 

El ingeniero agrónomo dijo a Informe Tardáguila que los maíces de primera con riego van camino a una “muy buena productividad” porque hubo agua y se dieron todas las condiciones ambientales para tener un crecimiento ideal durante el período crítico y llenado de granos. En lo que respecta a los maíces de secano de primera, Hoffman señaló que se “venía para sacarla fuera del estadio”, pero que ese corte de lluvias que se dio entre el 15 de diciembre y el 15 de enero, con un aumento de las temperaturas, llevó a que se “trancara en todos lados”. Eso determina a que muchos maíces debieran ensilarse, mientras que otros optaron por cosecha húmeda con un rendimiento de unos kg/ha 8.000-9000 en los lugares con buenas condiciones de producción. “Quizás se perdieron kg/ha 1.500-2.000”, estimó. Añadió que las últimas lluvias que se registraron para esos maíces no tuvieron casi ninguna consecuencia (maíces de primera sembrados tempranos), y que muchas chacras del litoral norte, y centro, y parte del sur “se cocinaron en muy pocos días a principios de enero”.

En cuanto a los maíces de primera tardíos, y de segunda de fines de noviembre y principios de diciembre, “en general, están muy buenos. El agua del 18-19 pasado, llegó muy bien, aunque en el litoral centro-norte y litoral norte llovió muy poco, con zonas de 10 a 20 mm. Los que están más al sur del Río Negro tuvieron mejor suerte”, aseguró Hoffman.

Por otro lado, el director de Unicampo Uruguay consideró que los resultados de las trampas de chicharrita siguen siendo prácticamente nulos en la zona a donde se concentra en maíz. “Definitivamente ya podemos decir con tranquilidad que hay que olvidarse de la chicharrita para esta zafra, y por tanto no será un problema. Quizás pueda correr algún riesgo algún maíz que se sembró en seco desde la segunda quincena de enero y recién hoy están naciendo”, afirmó.