El Taller de Gestación que anualmente organiza INIA Treinta y Tres dio una excelente noticia esta semana. La tasa de preñez del rodeo de cría, en una numerosa muestra de más de 420 mil vientres, es de 80,6%, la proporción más elevada en los 17 años que se realiza este trabajo, solo comparable al dato de 80,5% alcanzado en 2013.
Como toda producción a cielo abierto, es fundamental que el clima juegue a favor, y eso fue lo que pasó en este último entore. Aunque las vacas no pasaron un buen invierno el año pasado —venían de la sequía del otoño—, la mejora en las condiciones climáticas y forrajeras en la primavera permitió que mejoraran su estado y que se preñaran en una elevada proporción para lo que son los números uruguayos.
Se trata de la generación de terneros que nacerá en la próxima primavera y que se contabilizará a mediados de 2020.
El rodeo de cría del pasado entore eran 4,265 millones de vacas. La diferencia entre el dato de gestación de INIA Treinta y Tres y el de cantidad de terneros de Dicose es del entorno de 10%, con una amplitud que en los últimos años va de un piso de 6,8% a un tope de 13,4%. Teniendo en cuenta estos números, los terneros de 2020 serían entre un piso de 2,88 millones y un tope de 3,15 millones, con un promedio que estaría arañando los 3 millones de cabezas. Habrá que ver cuántos de ellos se van en pie antes del 30 de junio del año próximo, los que no serán contabilizados en la declaración jurada.
El dato de 80,6% es cinco puntos porcentuales superior al del año pasado. En una seria que ya lleva 17 años, se observa una gradual tendencia de mejora en el porcentaje de gestación. Sin dudas en ello tienen mucho que ver los redituables precios de los terneros en estos últimos años, que incentivan a los criadores no solo a mantener un rodeo de cría numeroso, sino también a aplicar tecnologías para lograr el objetivo de que las vacas se preñen. Este año, con las referencias actuales de precios de los terneros y terneras, el incentivo es mayor aún.
El clima seguirá jugando su papel en la cantidad de vacas que se preñan, pero el eje en el que se mueve la tasa de gestación va en aumento. De forma muy gradual, a su paso, pero en aumento al fin. Siendo el eslabón más débil de la cadena ganadera y la fuente de la que se nutren todos los siguientes eslabones, se trata de una excelente noticia.