La expectativa del mercado era que una vez las pasturas mejoraran y comenzaran a

terminarse animales de forma más fluida, a lo que se agregaba el comienzo de una nueva ventana cuota 481 sobre los últimos días del mes, los precios de los animales a faena se verían nuevamente presionados a la baja, en tanto la oferta crecería al momento de reducción de la demanda.

Sin embargo, al menos por el momento, eso no es lo que está sucediendo. Los precios están firmes y nuevamente se hacen negocios a US$ 4,00 el kilo carcasa o incluso algún centavo más por lotes voluminosos de animales pesados (carcasas arriba de los 280 kilos) y con excelente terminación.

Hay una importante competencia desde los corrales por animales de 400-420 kilos que en otro momento podían ir a faena como animales gordos livianos destinados al mercado interno, y que ahora logran una mejor colocación en los corrales, quienes en 50-60 días los llevan cerca de los 500 kilos. “Así como la exportación en pie compite con los invernadores por los terneros, los corrales compiten con los frigoríficos por los animales formados”, explicó un intermediario.

Un precio de US$ 2,20 por kilo en pie para un novillo formado que pagan los corrales, equivaldría a más de US$ 4,05 el kilo carcasa a faena, con el beneficio adicional de tener costos menores, por no tratarse de una venta final.

Los novillos especiales se venden mayoritariamente a US$ 3,95 el kilo carcasa; como siempre, hay negocios a precios más altos. Los novillos gordos buenos se acercaron a los especiales y se venden en un eje de US$ 3,90 el kilo. Las vaquillonas llegan hasta US$ 3,85. Por último, las vacas pesadas se pagan sobre una base de US$ 3,70.

Hay plantas que están algo más largas en las compras, por lo que las entradas oscilan entre 1 y 2 semanas.

Contrariamente a lo esperado para este momento, la oferta es muy reducida. “No hay oferta como para que los precios sigan bajando”, afirmó un intermediario. La incógnita es qué sucederá en los próximos días, cuando parte de la industria se enfoque en la ventana de cuota, de animales terminados en corrales de engorde. Aunque esta será más reducida —la cuota trimestral se reduce en 600 toneladas—, igualmente tendrá un efecto sobre la demanda por animales provenientes de pasturas.