Uruguay está desaprovechado hoy un potencial ingreso de alto valor para su carne vacuna y otros productos de origen agropecuario por no incursionar en el cada vez más influyente consumo de alimentos halal en el mundo. Así puede resumirse la presentación que realizó la Lic. Ana Laura DeLeon, experta en este rito durante el cierre y perspectivas 2025 que presentó el INAC este lunes.
“El mercado halal no está esperando carne. Está esperando confianza y Uruguay ya la tiene: solo debe decidir cómo convertirla en estrategia”, planteó DeLeon al cierre de su presentación luego de enumerar los atributos y ventajas competitivas que el país tiene para incursionar en la producción bajo el rito halal, que no es demandada solo por población de origen musulmán.
Se estima que la población de origen musulmana llegará a 2.200 millones para 2030, y pasará a ser la religión dominante, desplazando el cristianismo. En 2023, el consumo de alimentos bajo el rito halal superó los 1.423 trillones de dólares.
Según describió DeLeon, los consumidores del rito halal (que no solo incluye alimentos, sino también moda, música, finanzas), son jóvenes urbanos con un “alto poder de consumo”. “El rito halal es un concepto más holístico, cuyo sinónimo es la confianza”, acotó. En ese sentido, indicó que países como Japón están consumiendo productos certificados bajo este rito.
Dentro de los mercados con mayor potencial para el consumo halal, la experta mencionó a Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Nigeria, Indonesia (el país con más musulmanes del mundo), Vietnam, Malasia, Singapur, Tailandia, Pakistán, Bangladesh, entre otros. Además, del número, otras de las tendencias que sobresale es que el crecimiento económico en estas regiones es muy superior a la media mundial.
La experta indicó que para avanzar en una estrategia de marca país halal se requiere una política de Estado y también la coordinación con el sector privado. Recordó que otros competidores como Brasil o Australia ya cuentan con una marca exclusiva para el rito halal. No obstante, indicó que en el caso de la carne vacuna premium “no existe una saturación”, por lo que es una buena noticia para los intereses de Uruguay a futuro.
Dentro de las ventajas que Uruguay ya tiene para incursionar con su marca propia halal, la experta mencionó a la trazabilidad, sanidad y reputación sanitaria, producción sostenible y responsable, carne de calidad, e imagen de confianza y estabilidad institucional. “Esto último no es menor”, enfatizó.
A su juicio, la estrategia de crear una marca premium pasa por “no vender un commodity sino cortes especiales de alto valor, con un etiquetado diferenciado, con origen (historia) y una certificación confiable”.
DeLeon consideró que la marca Halal de Uruguay Premium podría asimilarse a la carne Kobe de Japón (reconocida por su excelente marmoleo).


