Los precios del complejo ganadero tocaron piso promediando el segundo semestre del año pasado y, desde entonces, comenzaron una gradual recuperación que ha sido más intensa en el caso de la escalera de novillos, seguramente en respuesta a la mayor demanda desde los corrales de engorde y a las excelentes condiciones forrajeras de este verano.

La tendencia de recuperación es bastante generalizada. No solamente se alcanzaron los pisos en Uruguay, sino que en Brasil y en Australia sucedió lo mismo. El precio medio del boi gordo en los principales estados brasileños aumentó 19% desde el piso de la primera quincena de setiembre del año pasado, en tanto que el novillo pesado en Australia recuperó 50% del valor desde el piso de US$ 2,40 el kilo carcasa a fines de octubre.

En Uruguay, al igual que en Australia, los pisos de precios se tocaron en octubre para prácticamente todas las categorías. Los precios de los animales a faena aumentaron 18% en el caso de las vacas y 15% los novillos. Quien no subió fue el ternero de exportación para el que la demanda recién se está comenzando a mover y maneja precios en el eje de US$ 2,20, mismo valor que en octubre.

La contracara es la escalera de novillos, en especial los formados, cuyo aumento superó el 30%, bien por encima de la suba del gordo. La mayor demanda desde los corrales, ante algunas señales más claras que llegaron desde la industria, así como las excepcionales condiciones forrajeras en este verano mantienen una excelente demanda por categorías que no abundan.

Las vacas de invernada, en cambio, aumentaron 18%, en línea con la suba de la vaca gorda. En este caso no está el impacto de la demanda desde los corrales; lo que alentó la mejora es la suba del animal terminado y las buenas condiciones forrajeras.

En el caso de los terneros las subas de precios han sido menores a las del gordo, lo que se vio reflejado en una corrección a la baja en la relación de reposición.

Sin embargo, tanto en el caso de las vacas de invernada como en el de los terneros, hay argumentos que llevan a pensar que el mercado va a recalentarse en las próximas semanas. La generación 2023 se vio mermada por el impacto de la sequía sobre la preñez del rodeo de cría. Por lo tanto, los precios de los terneros deberían afirmarse, A su vez, en el caso de las vacas de invernada la oferta será significativamente menor, porque una alta proporción del rodeo de cría quedará preñado este año y eso recortará la cantidad de vacas que pasen a las invernadas.

Por lo tanto, lo que se avizora para las próximas semanas o meses es un mercado más recalentado tanto para terneros como para vacas de invernada.