La Unión Europea retrasará por segunda vez la entrada en vigor de su ley contra la deforestación, informó el martes la comisaria de Medio Ambiente Jessika Roswall, posponiendo por un año más la prohibición de importar productos básicos como el aceite de palma vinculados a la destrucción de bosques, informó Reuters.
Bruselas ya había demorado la ley un año, pero eso no aplacó la oposición de la industria y de socios comerciales como Brasil, Indonesia y Estados Unidos, que sostienen que cumplir con las normas sería costoso y afectaría sus exportaciones a Europa.
Roswall dijo a los periodistas que el aplazamiento era necesario para abordar las preocupaciones sobre el grado de preparación de los sistemas informáticos necesarios para aplicar la ley. El retraso no estaba vinculado a las inquietudes de Estados Unidos sobre la política, aclaró.
“Tenemos preocupación respecto al sistema informático, dada la cantidad de información que debemos incorporar... Eso también nos dará tiempo para analizar los distintos riesgos”, señaló.
La política —pionera a nivel mundial— busca poner fin al 10% de la deforestación global impulsada por el consumo europeo de bienes importados, pero constituye una parte políticamente controvertida de la agenda verde de Europa.