El mercado de ganado gordo mantiene, por una semana más, un nuevo empuje alcista en los precios de todas las categorías de ganado con destino a faena.

Los frigoríficos vienen mostrando, hasta el momento, avidez por lotes de animales que pueda haber disponible en el mercado, sin ponerse demasiado exigentes ante la escasez de oferta. La industria premia aquellos negocios de volumen, pagando mejores precios de los que se manejan como promedio del mercado.

Las entradas a planta son cortas, en torno a 5 días.

La oferta sigue siendo escasa, con el productor que ya no especula a los valores actuales. Lo que va quedando pronto para embarcar, se negocia y el cierre de negocios resulta más ágil. Los últimos tres días de mayo terminan más parecidos a un mes de mayo normal, tras haber experimentado temperaturas por encima de la media, tal como ocurrió durante todo el resto del otoño.

La reposición mantiene la tónica de firmeza, con los criadores procurando valores por encima de lo que el mercado está dispuesto a pagar. Resulta difícil conseguir un ritmo ágil de negocios. El invernador procura hacerse de animales de reemplazo, pero busca que se corresponda el precio que recibe por el ganado gordo contra el precio de la reposición.

El novillo cotiza en el eje de los US$ 3,75 por kilo carcasa. La vaca, la categoría más buscada por más plantas, consigue US$ 3,50 mientras que la vaquillona alcanza US$ 3,60.

Ovinos

En el mercado de ovinos, la firmeza se mantiene en la medida en que la oferta no aparece y se vuelve complicado conseguir completar viajes a planta. Se agudiza la escasez de oferta por lo que, lo que aparece, se hace valer.

Por ello, los frigoríficos buscan animales gordos, sin distinción de categorías ni castigos por precio o calidad.

El cordero pesado cotiza en torno a US$ 3,50 al igual que el borrego. Por el capón se paga US$ 3,25 mientras que la oveja consigue US$ 3,20.