El Dr. José Olascoaga, vicepresidente del Instituto Plan Agropecuario (IPA) advirtió que la estructura de funcionamiento de la institución exige un presupuesto mayor al que ha recibido en los últimos años. Explicó que durante el quinquenio anterior el organismo prácticamente no obtuvo refuerzos presupuestales adicionales, por lo que debió recurrir al uso de las reservas.
El IPA hoy lidera un programa clave del MGAP -el Programa de Mejora de la Cría Vacuna (ProCría)- asumiendo tareas de coordinación y articulación. En ese contexto, el vicepresidente precisó que la solicitud de refuerzo presupuestal fue parcialmente incluida en el mensaje del Poder Ejecutivo, y que ahora resta "dar la batalla a nivel del Parlamento" para conseguir los recursos faltantes que permitan equilibrar las cuentas del organismo.
El jerarca aclaró que, para el funcionamiento normal del Plan, hacen falta unos 20 millones de pesos anuales adicionales. "El Plan Agropecuario necesita un refuerzo o una partida adicional, que son 20 millones de pesos anuales", enfatizó. Aclaró que ese monto no implica un aumento de la estructura, sino simplemente mantener "las actividades y las funciones que ya realiza" con normalidad.
"Esto implica que no estamos hablando de un crecimiento del Plan, sino de mantener las actividades y las funciones que ya realiza y realizar correctamente los trabajos de apoyo y de coordinación al programa ProCría", detalló. Olascoaga destacó que la finalidad de esta demanda no es ampliar el gasto público, sino asegurar un financiamiento estable que permita al organismo operar sin tener que depender cada año de partidas extraordinarias.
Recambio generacional en el cuerpo técnico
El vicepresidente admitió que el Plan Agropecuario enfrenta un proceso de recambio generacional. Varios técnicos veteranos están próximos a jubilarse, lo que plantea la necesidad de incorporar nuevos profesionales. Al mismo tiempo, remarcó que en los últimos años se han sumado al equipo jóvenes ingenieros agrónomos, veterinarios y técnicos agropecuarios.
"Lo importante es generar un recambio en el cual los veteranos le puedan pasar a los jóvenes esa experiencia, esa expertise y ese conocimiento que se logra a lo largo de los años en la institución, y que lo puedan ir absorbiendo quienes ingresan", explicó Olascoaga. Según su perspectiva, este traspaso de conocimiento entre generaciones ya se está produciendo y resulta fundamental para la continuidad del organismo.
Asimismo, Olascoaga subrayó que la nueva etapa del Programa ProCría representa un desafío muy interesante para el Plan Agropecuario. "Tenemos por delante un desafío muy lindo e interesante que es el programa ProCría. El Plan ha tenido en esto un protagonismo importante y lo va a seguir teniendo", afirmó. En ese sentido, vinculó directamente las expectativas de la institución al éxito del programa, reafirmando la relevancia de contar con un equipo técnico sólido y actualizado para impulsar la iniciativa.
ProCría: productividad con sustentabilidad
En cuanto a los objetivos del Programa ProCría, el dirigente explicó que no se limita a aumentar la cantidad de terneros, sino que persigue la sostenibilidad integral de los productores familiares. El plan apunta a mejorar los índices de destete en los establecimientos de cría, incrementando la cantidad de terneros destetados por vaca en servicio, pero "apunta más que eso a lograr la sostenibilidad de los productores ganaderos, sobre todo los productores familiares", subrayó Olascoaga.
En tal sentido, el vicepresidente destacó que el programa debe atender aspectos económicos y sociales sin descuidar en ningún momento el factor ambiental. "Producir más terneros y lograr índices muy altos de destete se puede lograr de muchas maneras. Algunas pueden ser agresivas para el medio ambiente y algunas pueden ser agresivas para el bolsillo del productor. Entonces hay que llevar las cosas en un sano equilibrio", comentó.
Con estas palabras, dejó en claro que el éxito del plan depende de compatibilizar el incremento productivo con la sustentabilidad económica y la conservación ambiental. Señaló que el aumento sostenido de preñez y destete en el rodeo requiere sobre todo buena gestión y planificación, más que grandes inversiones.
"Hay un margen de mejora que no requiere de grandes inversiones, que requiere planificar, que requiere ordenar las cosas, que el productor haga una planificación junto con el técnico... introducir planes sanitarios que a veces son deficitarios", comentó Olascoaga. En su visión, muchas mejoras productivas surgen de la mejor organización y del manejo eficiente de los recursos; en cada establecimiento se deben ajustar las prácticas a sus condiciones específicas.
Para Olascoaga, la meta central no es solo aumentar la cantidad de terneros, sino mejorar la calidad de vida de las familias productoras. En sus palabras: "La mejora de la cantidad de terneros no puede ser el único objetivo. El objetivo es que la familia viva mejor y que se produzca con más sustentabilidad".
De esta forma, la iniciativa busca elevar paulatinamente el porcentaje de terneros destetados, siempre respetando las condiciones económicas y ambientales de cada explotación. El énfasis está en avanzar gradualmente, sin imponer metas inalcanzables de golpe. Olascoaga puntualizó que la estrategia debe adaptarse a cada caso: "en cada establecimiento haya una mirada propia... ahí está un poco el secreto del método", comentó, destacando la importancia de ajustar la planificación a los recursos disponibles en cada campo.
Asesoramiento técnico e integración institucional
En relación a la organización del programa, Olascoaga detalló la estructura de apoyo técnico prevista para los grupos de productores. Cada grupo de productores estará asesorado por un técnico privado (ingeniero agrónomo, veterinario o técnico agropecuario) que, a su vez, contará con una referencia cercana entre los técnicos territoriales del Instituto Plan Agropecuario, de la Dirección de Desarrollo Rural del MGAP y, cuando corresponda, del Instituto Nacional de Colonización.
Este vínculo entre asesores privados y técnicos institucionales permitirá que, ante cualquier problema sanitario o reproductivo que exceda el área de especialidad de un asesor, el grupo pueda recurrir rápidamente al apoyo del técnico institucional correspondiente, y viceversa ante un problema agronómico. De este modo se garantiza una respuesta ágil y adecuada a las consultas de los productores.
Además, Olascoaga adelantó la conformación de un equipo de consulta técnica de nivel superior, integrado por especialistas de la Facultad de Agronomía, la Facultad de Veterinaria y del propio Instituto Plan Agropecuario. Este grupo de referencia actuará a requerimiento de los técnicos territoriales cuando se presente un problema complejo que requiera un análisis especializado. Según explicó, este sistema interinstitucional garantiza que los productores reciban soluciones técnicas adecuadas de acuerdo con la naturaleza de cada desafío planteado.
De esta forma, el Programa ProCría incorporará un sistema de acompañamiento técnico continuo que integra la visión de los productores, los asesores privados y la experiencia de las instituciones estatales y académicas. Olascoaga enfatizó que el éxito de la iniciativa dependerá de esta colaboración multisectorial, orientada a mejorar la producción de cría bovina de manera equilibrada.
Por último, el funcionario reiteró que la meta principal es elevar gradualmente el porcentaje de terneros destetados, asegurando que cada familia productora mejore su calidad de vida mientras opera de forma sustentable. El Plan Agropecuario confía en poder obtener los recursos necesarios y avanzar en estas metas durante la gestión próxima, finalizó Olascoaga.