Los precios de la hacienda a faena pegaron un salto en la última semana. La incipiente recuperación de los valores que se advertía la semana pasada se consolidó durante los últimos días de esta y los primeros de la corriente.
Los novillos especiales y pesados se pagan en un eje de US$ 3,55 el kilo carcasa, con un par de plantas que llegan a US$ 3,60 en el caso de carcasas bien pesadas, de más de 280 kilos. Los novillos gordos se venden a US$ 3,45-3,50. “Nadie vende a menos de esa plata”, aseguró un intermediario. Para las vacas, el eje de la operativa es a US$ 3,15-3,20, con animales pesados que llegan a US$ 3,25, en tanto que las vaquillonas oscilan entre US$ 3,30-3,35, hasta US$ 3,40. Las vacas Holando se pagan a US$ 2,90-2,95 y los novillos Holando a US$ 3,25-3,30.
Un intermediario dijo que hay muy buena demanda por animales livianos para el abasto, tanto novillos como vaquillonas. Con los altos precios de la reposición y un negocio que no termina de cerrar, sumado a las excelentes condiciones forrajeras —consolidadas con las lluvias de la semana pasada— la actitud de los productores es seguir agregándole kilos a los animales. Eso se refleja en pesos de carcasa que son los más altos de la historia.
La expectativa es que el mercado se mantenga firme, aunque las condiciones del mercado internacional no ostentan la firmeza suficiente como para que se dé una escalada de precios similar a la de los primeros meses del año pasado, que alcanzó un pico de US$ 4,30 el kilo carcasa de novillo a fines de abril.