
Con un atraso de casi dos meses debido al más extendido cierre de gobierno de la historia, finalmente el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) dio a conocer las primeras proyecciones sobre la producción, consumo y comercio internacional de las principales carnes para el año que viene, consolidando la expectativa de un mercado bastante más ajustado que en el año que está culminando.
Los principales exportadores tendrán menos carne para volcar al mercado internacional, en tanto que el apetito de los importadores se mantendrá, en especial en el caso de Estados Unidos.
El USDA proyecta un descenso de las exportaciones de los tres principales proveedores del mercado internacional. Brasil bajaría en una cantidad significativa de 250 mil toneladas carcasa (a 4 millones de toneladas), Estados Unidos en 64 mil toneladas a 1,154 millones y Australia en modestas 20 mil toneladas a 2,165 millones.
Por lo tanto, entre los tres principales exportadores la caída acumulada es de 334 mil toneladas. Esto será parcialmente compensado por otros jugadores de segundo orden, entre ellos Argentina, México, Nueva Zelanda y Uruguay, que aumentarían su saldo exportable, de acuerdo con las proyecciones del USDA.
Son varias las variables en juego, entre ellas los volúmenes de producción y los precios de las carnes alternativas, la evolución de las economías de los países demandantes, el valor del dólar, entre otras.
Pero sin duda la disponibilidad de carne vacuna el año próximo será un factor alcista para los precios internacionales de la carne vacuna.
La expectativa, por lo tanto, es de firmeza en los valores internacionales de la proteína, manteniendo los actuales niveles de precios o algo por encima.

