Tras seis meses consecutivos de bajas en los precios de la leche paga a los productores en Brasil, la tendencia estaría llegando a su final, de acuerdo con afirmaciones del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea) de la Universidad de Sao Paulo.

“Una investigación en curso de Cepea indica que el movimiento a la baja de los precios al productor puede haber llegado a su fin en la mayoría de las cuencas lecheras. Si bien los valores del producto captado en noviembre deberían permanecer estables en el Sudeste, en el Sur, se espera un cambio de tendencia”, dijo la institución en su Boletín de Leche de diciembre.

Cepea agregó que la baja en los precios de la leche estuvo vinculada al exceso de oferta, tanto por el aumento de la producción interna como por el de las importaciones. Sin embargo, el consumo de lácteos se ha ido desacelerando desde setiembre y, en octubre, el Índice de consumo de lácteos de Cepea (ICAP-L) aumentó sólo 1,4%. “La producción de leche se ha visto limitada por la combinación de condiciones climáticas adversas para la actividad (sequía y calor en el Sureste y Centro-Oeste y lluvias excesivas en el Sur), con márgenes reducidos para los ganaderos”, agregó.

Los altos precios a los que había llegado la leche en Brasil llevaron a que se diera un salto significativo en los volúmenes importados, generando gran malestar a nivel de los productores brasileños e intentos de frenar el ingreso del producto que lograron algunos retrasos en las entradas desde Argentina y Uruguay, los principales proveedores. En el acumulado de los primeros 11 meses del año Brasil importó el equivalente a 2.020 millones de litros de leche, 71,7% más que en el mismo lapso de 2022. La balanza comercial de lácteos es negativa para Brasil en alrededor de US$ 80 millones mensuales.

El fuerte crecimiento de las importaciones hizo crecer su cuota parte del mercado. De acuerdo con estimaciones de Marcelo Carvalho, CEO de MilkPoint, la leche importada llegó a representar 10% de la oferta de lácteos en el mercado brasileños, lejos por encima de 3-5% de años anteriores.

“¿Se tratará de una situación puntual o estamos atravesando por un cambio estructural?” se preguntó el analista, y respondió que la mudanza es estructural. “No creo que las importaciones vuelvan a ser el 3%; no sé si mantendremos el 10%, pero considero difícil que se vuelva a 3%”, indicó.