Como desde el año 2018, cada 23 de enero, el movimiento social de autoconvocados Un Solo Uruguay realizará su encuentro anual, en una jornada que promete consolidar su vigencia y reafirmar sus reivindicaciones. Este año, el acto se realizará en Piriápolis, a solicitud de los integrantes del movimiento asociados al sector turístico, según explicó Norberto Pereira, vocero del movimiento, bajo el lema “Uruguay para quién”. 

Desde su óptica el movimiento, que ha perdido la efervescencia de aquel 2018, está vigente “ahora más que nunca”, afirmó. Aunque se reconocen ciertos avances del actual gobierno, “los cambios estructurales que nosotros queríamos en el país no se han dado”, indicó. Esta postura refleja el descontento del movimiento con lo que consideran una falta de voluntad política para abordar problemas profundos, como la ineficiencia estatal y la pesada carga fiscal sobre los trabajadores y productores.

El lugar del encuentro de este año, la Plaza General Artigas en Piriápolis, fue elegido por su accesibilidad y su conexión con el sector turístico, uno de los pilares productivos del país. Pereira restó importancia al cambio de ubicación, afirmando que “el lugar no es estratégico; lo importante es la voz del movimiento y su proclama”.

El evento contará con música folclórica y discursos de dos oradores, cuya identidad se mantiene en reserva. “No tienen nada que ver con el sector productivo directamente, pero nos darán una mirada distinta. Eso es lo bueno de este movimiento, que busca aportes desde todos lados”, explicó Pereira, destacando la apertura y diversidad como rasgos esenciales de Un Solo Uruguay.

Estado “gordo”

El 23 de enero de 2018 fue el punto de partida de Un Solo Uruguay, un movimiento que surgió como respuesta a lo que describen como un centralismo exacerbado y un modelo de Estado “gordo” y poco eficiente. Aunque el cambio de gobierno en 2020 generó esperanzas, Pereira reconoce que estas no se tradujeron en las transformaciones esperadas. “Cada día que pasa, nos vamos dando cuenta de que trabajamos muchísimo tiempo para el Estado, y no se ha hecho nada por achicarlo”, señaló, enfatizando que las demandas del movimiento no han perdido relevancia.

El movimiento enfrenta ahora un nuevo desafío con la llegada de un gobierno que ya estuvo en el poder durante su surgimiento. Según Pereira, “los miedos son muchos”, pero mantienen su compromiso de presentar propuestas constructivas y defender sus principios, especialmente la libertad.

El peso de las "mochilas"

El 23 de enero no solo será una jornada de proclamas y reflexión, sino también un llamado a la acción para enfrentar lo que el movimiento Un Solo Uruguay describe como las "mochilas" que pesan sobre el país. Norberto Pereira, integrante clave del movimiento, no dudó en subrayar que estas cargas, identificadas por el ingeniero Eduardo Blasina en 2018, siguen vigentes y afectan profundamente al sector productivo y a la sociedad en su conjunto.

“Algunas mochilas siguen igual de pesadas, otras incluso se han cargado más”, admitió Pereira al referirse a problemáticas como el atraso cambiario, el centralismo y la falta de un Estado eficiente. Según el productor, estas dificultades no solo limitan el crecimiento económico, sino que también afectan la identidad del país. “Somos un país agroexportador, pero en Montevideo muchos niños no saben de qué vive Uruguay. Eso habla de una desconexión que debemos superar”, afirmó.

El discurso de Pereira apuntó directamente al modelo de gestión pública, que calificó como ineficiente y burocrático. “Acá cada uruguayo cada día debe más. Hay un déficit fiscal permanente porque se gasta más de lo que ingresa. Todo esto terminará impactando en nuestros hijos y nietos”, advirtió. Frente a este panorama, el movimiento insiste en dos prioridades fundamentales: la unión de los sectores del interior y la generación de trabajo genuino.

Estamos debilitados

Para Un Solo Uruguay, el camino hacia un país más equitativo y sostenible pasa por la integración de las diversas gremiales y sectores del interior. “Estamos muy debilitados porque no estamos unidos. Hay gente que no patalea porque su casa funciona bien, pero el problema grave es colectivo”, señaló Pereira, en un llamado claro a superar las divisiones internas.

El movimiento también subraya la importancia de crear fuentes de empleo auténticas, que no dependan exclusivamente de las descentralizaciones y reparticiones del Estado. Pereira fue contundente al criticar la concentración de grandes corporaciones en detrimento de los pequeños comercios. “Hoy desaparecen los comercios chicos, y eso atenta contra el trabajo genuino. Necesitamos ingresos que se repartan para todos los pueblos del interior”, expresó.

Mirando hacia el futuro

A pesar de las críticas al sistema actual y los temores ante el cambio de gobierno, Pereira destacó que el movimiento mantendrá una postura propositiva. “La idea es presentar todos los proyectos que tenemos al nuevo gobierno y darle una carta de crédito, pero sin dejar de lado nuestras libertades y principios”, afirmó.

El acto del día de hoy será un momento clave para reafirmar estas demandas y consolidar una visión de país que reconozca el aporte del interior y promueva un desarrollo equilibrado. La proclama, que Pereira calificó como “el corazón del movimiento”, buscará renovar el compromiso de Un Solo Uruguay con un futuro más justo y sostenible para todos los uruguayos.