Por Andrés Oyhenard

Rodrigo Estefan (44 años) es la tercera generación de tamberos de su familia y directivo de la SPLF. Actualmente explota un tambo a 80 km de Montevideo, en Mendoza Chico. Su padre inició el tambo como remitente a Conaprole hasta que en 1998 decidió liquidar. Tres años después (2001), Rodrigo —en sociedad con su hermano Claudio—, decidió reabrir el tambo familiar que maneja hoy en día como responsable del establecimiento. La genética Holando y Jersey ocupa un rol importante en el día a día de los Estefan, ya que además de tener su propia cabaña, suele viajar a distintos países de la región (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay) a preparar animales para exposiciones o participar como jurado.

“Siempre nos gustó trabajar con buena genética, tanto en Holando como en Jersey”, cuenta a La Lechera. La tradición viene del abuelo y padre de Rodrigo; siempre se trabajó con semen importado. En 1987 su padre le regaló su primera vaca Jersey a Rodrigo y sus hermanos, lo que inició la cabaña de esa raza Los Estefan Hermanos, que es hoy la que está presente en distintas exposiciones de ganado lechero del país. “La prioridad, de todos modos, es la producción comercial de leche, la cabaña es algo complementario”, explica. El arranque de la cabaña fue con ganado SH hasta 2003 cuando con su hermano compraron los primeros animales pedigrí (PI) en una liquidación en Canelones.

El rodeo lechero de Rodrigo está compuesto actualmente por 92 vacas en producción, con alrededor de 70% Holando y el restante 30% Jersey, en un predio de 120 hectáreas propias. Está remitiendo a planta 2.150 litros con un promedio de unos 22 litros, con una primavera seca que jugó una mala pasada y que incrementó los costos de producción. “Utilizamos un sistema muy pastoril, con algo de suplementación en invierno de sorgo de planta entera; hace un par de años también estamos incorporando algo de maíz”, indicó.

Estefan indicó que el déficit de lluvias afectó para recuperar las aguadas y también el caudal de los pozos subterráneos que tienen dificultades para recuperarse rápidamente en esa zona.

 

Le evolución de La Cruz

Rodrigo hace parte de la recría de su tambo en el campo La Cruz de la SPLF, en particular los animales SH; las terneras PI las recría en su predio. “Mi padre siempre estuvo vinculado al campo de recría y en su momento llegó a presidirlo. Es impresionante la evolución y el trabajo que hubo en los últimos años. Al inicio era algo muy extensivo. Hoy la verdad que con la intensificación en el manejo que se le está dando es otra cosa, con sistemas de pastoreo en parcelas, bien empraderado, con buenas pasturas y reservas de forrajes importantes. Ni que hablar de todo lo que es hoy el nuevo sistema de recría intensivo. Todos los años se está sumando y mejorando; eso es gratificante para el productor. Antes quizás era un poco decepcionante ver tanta aérea de campo y tan poco manejo”, recordó.

Estefan indicó que hoy es notoria la evolución con servicios de los animales a edades más tempranas, lo que ayuda a “ganar meses de producción” para los socios y mayores ingresos para la SPLF. Rodrigo forma parte de la comisión del campo de recría de La Cruz.

 

La visión sobre el sector

A juicio de Estefan, uno de los desafíos para el sector son no solo las dificultades para el recambio generacional, sino también la cantidad de tambos familiares que ha dejado la actividad en las últimas décadas.

“Hemos pasado muchas crisis, pero el sector es rentable en todo sentido. En un predio pequeño como es mi caso, no hay mucha más escapatoria que la lechería”, aseguró.

Por otro lado, el tambero indicó que la escasez de mano de obra también es un cuello de botella importante por lo complicado que es conseguir personal para trabajar. “Acá también pasa algo del recambio generacional. La gente joven no ve con buenos ojos trabajar en un tambo los 365 días del año”, complementó. Asimismo, señaló que a veces resulta un “poco chocante” los planteos (y conflictos) que se generan desde el sindicato de Conaprole cuando hay trabajadores de la industria que perciben mayores ingresos que un pequeño productor.

Rodrigo opinó que el precio de la leche es “bueno” si se lo compara en una perspectiva histórica, aunque también se debe lidiar con un aumento de los costos de producción y el impacto que causó una primavera seca. “Justo en un momento clave cuando el tambero podía hacer caja se nos plantó una sequita que era de lo peor que podíamos esperar”, lamentó.

Por otro lado, el tambero comentó que, si bien el gobierno actual se ha mostrado receptivo a los planteos de la cadena láctea, todavía faltan herramientas e instrumentos “más agiles” para apuntalar el crecimiento de los pequeños y medianos productores como en el acceso a la tierra, que “no tienen la espalda y respaldo” de los grandes tamberos.