Por Andrés Oyhenard

La remisión de leche a las distintas plantas industriales cerrará el semestre con una caída cercana al 1,5%, con unos 911 millones de litros. Ese volumen implica una retracción de unos 14 millones de litros respecto al período enero-junio del año pasado.

Si bien el dato oficial de junio todavía no fue publicado por el Inale, tomando como base la contracción de casi 3% que tuvo Conaprole en junio —representa más del 70% de la remisión— y el precio medio que pagó la cooperativa ese mes, permite realizar una proyección aproximada de los ingresos brutos en dólares corrientes que recibió la fase primaria en el período enero-junio.

Los productores cerraron la primera mitad del año con un precio medio de US$ 0,42 por litro (en el trimestre abril-junio fue de US$ 0,44), mientras que en igual período del año pasado ese valor se ubicó en US$ 0,34, lo que pauta una suba interanual del 23,5%. De todas formas, los tamberos no lograron empardar o superar los US$ 0,46 que percibieron en el año 2014 durante el primer semestre.

Tomando esos valores, la fase primaria de la lechería obtuvo un ingreso bruto por remisión a planta que rondó los US$ 378 millones, un incremento del 21% (+US$ 66 millones) respecto a los US$ 312 millones de igual período del año pasado. Además, se trató del mejor semestre desde el año 2014, cuando se facturaron US$ 401 millones.

Queda ahora por ver la foto del segundo semestre, período en el que se da el pico de producción de leche durante los meses de la primavera. Para ello, como siempre, el factor clima jugará un papel central, al igual que las señales de precio que pueda dar la industria, en un contexto donde los mercados internacionales han mostrado algunas señales de debilidad en las últimas subastas de Fonterra. De todas formas, una parte de la producción de la primavera ya se ha ido cerrando a los valores actuales del mercado internacional.

 

El vaso medio vacío

A diferencia de otros años, el mayor precio que han recibido los tamberos por su producción no se ha reflejado en una mejora apreciable del poder de compra de la leche.

La fuerte suba que se dio en los insumos (fertilizantes, concentrados y combustibles) se llevó buena parte de esos mayores ingresos brutos que percibieron los productores durante el semestre enero-junio de este año. También las rentas de los predios lecheros han ajustado al alza durante el último año.

Tomando el Índice de Poder de Compra (con base en enero de 2020=100) durante el último año a mayo, el precio de la leche para los productores se incrementó casi 25%. Sin embargo, el poder de compra de la leche tuvo una caída del 0,6% en igual período.

El índice que publica el Inale cerró mayo con un valor de 81, respecto al valor marzo 2014=100, es decir que está 19% por debajo de ese umbral. En mayo del año pasado el índice estaba con un valor de 82.