Los ministros de Ganadería, Fernando Mattos, de Industria, Omar Paganini y el canciller, Francisco Bustillo, mantuvieron un encuentro este martes para evaluar el mercado de exportación de lácteos a Brasil junto a los equipos técnicos del MGAP y la cancillería uruguaya.

Las autoridades de Conaprole han advertido públicamente que en las últimas semanas comenzaron a emerger trabas al ingreso de lácteos con demoras en las aduanas, además de exigir una serie de requisitos que están frenando el ingreso de determinados productos. En la cooperativa existe preocupación por el impacto económico y reputacional que esto puede causar con negocios ya pactados a su principal mercado. El director de Conaprole, Daniel Laborde, había declarado que el mercado externo sigue muy deprimido y con Brasil “complicado” por el lobby de los productores brasileños para frenar las importaciones. El gobierno de Brasil ya elevó los aranceles para determinados productos por fuera del Mercosur.

Según supo Informe Tardáguila, para el próximo miércoles está previsto un viaje  del gobierno a Brasil (Esteio) con el objetivo de mantener reuniones con sus pares en buscar de normalizar el flujo comercial de lácteos desde Uruguay.

Un informe que publicó el Inale asegura que “las importaciones son (apenas) el 3% en el consumo total de lácteos de Brasil”. Además, recuerda que la producción mensual de Brasil es aproximadamente la producción anual de Uruguay (unos 2.000 millones de litros).

Uruguay y Argentina son los proveedores históricos de Brasil (LPE —leche en polvo entera—, quesos y LPD — leche en polvo descremada—), aprovechando la ventaja arancelaria que les permite el Mercosur. En la actualidad, en el único producto donde Uruguay participa más que Argentina es en LPE, pero con poca distancia (53% y 40%, respectivamente).

En el acumulado enero-julio, Brasil compró 96.612 tons de LPE, un aumento expresivo (+315%) frente a las 23.073 tons importadad en igual período del año pasado y también bastante superior a las 34.587 tons de 2021.