Si bien a todos los proveedores de productos lácteos les gustaría que China retomara ese esperado regreso a una postura de compra de productos lácteos más agresiva, las perspectivas para 2025 están empañadas por señales contradictorias, según el Consejo de Exportación de Productos Lácteos de los Estados Unidos (USDEC).

El estado actual del sector lechero chino ofrece algunos posibles vientos de cola para la demanda de importaciones, dado que los precios de la leche en origen en China han disminuido durante 24 meses consecutivos debido al exceso de oferta, una función de la agresiva expansión del sector lechero y un período prolongado de debilitamiento de la demanda interna (que continúa hoy). Durante los primeros dos tercios de ese período, la producción lechera china siguió aumentando, lo que contribuyó a que los inventarios de leche entera en polvo (LEP) y leche descremada en polvo (LEP) se mantuvieran históricamente altos. Pero desde julio del año pasado, la producción lechera china interanual ha disminuido todos los meses, con caídas de hasta el 7% respecto del año anterior, lo que ha ayudado a llevar los inventarios de leche a mínimos de varios años.

Aunque la menor producción de leche puede alentar la estabilización en China, una recuperación más amplia de las importaciones sigue dependiendo de otros factores clave, en particular la recuperación de la economía del país. La economía de China sigue enfrentándose a desafíos en múltiples frentes:

·         una crisis inmobiliaria,

·         un elevado desempleo juvenil,

·         gobiernos locales con fondos insuficientes,

·         deflación y

·         un crecimiento del PIB decepcionante,

·         además de las posibles consecuencias de las batallas comerciales con EEUU

Las preocupaciones económicas son una de las razones por las que los consumidores han restringido el gasto, y el consumo de productos lácteos ha sido una de las víctimas. Si bien el estímulo fiscal puede ayudar, pocos analistas son optimistas sobre una recuperación espectacular de la economía de China, lo que sugiere que es probable que el lento crecimiento del consumo de productos lácteos continúe.

Si los esfuerzos del gobierno chino fracasan y la demanda de productos lácteos no se recupera, no sólo afectará los envíos estadounidenses a ese país, sino que también aumentará la competencia estadounidense en todo el mundo al obligar a Nueva Zelanda y Australia a apuntar a los principales mercados de exportación de productos lácteos estadounidenses.

“Si bien estamos seguros de que es solo cuestión de tiempo antes de que el consumo de productos lácteos en China vuelva a una tendencia de crecimiento, tenemos menos confianza en que eso suceda en 2025, dada la magnitud de los desafíos económicos”, dice el USDEC. Además, dado que el sector de producción lechera nacional ha demostrado que puede crecer rápidamente cuando es necesario, su respuesta a un repunte de la demanda debe ser monitoreada de cerca y podría limitar el tamaño de la respuesta de las importaciones. En cualquier caso, si China se contrae aún más, se estabiliza o se recupera, sin duda tendrá una influencia significativa en las exportaciones y los precios de los productos lácteos estadounidenses. Fuente: OCLA del US Dairy Export Council (USDEC)

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