Pese a los vaivenes que ha enfrentado la lechería, el productor lechero de Maldonado Marcel Pereira no se arrepiente de haber incursionado en la lechería en un campo 100% arrendado y del cual dependen hoy 11 familias. El tambero dialogó con La Lechera acerca del papel que ha jugado el crédito para su crecimiento y de su vínculo con Proleco, el brazo financiero de Conaprole.

¿Hace cuánto estás explotando tu tambo y en qué zona se ubica?

Nuestro tambo está en la zona de San Carlos, Maldonado. Inicialmente pertenecía a nuestros padres. Luego, llegamos a un acuerdo con ellos para alquilar tanto el tambo como el campo. Desde hace 12 años, mi hermano y yo hemos estado trabajando en sociedad en esta empresa.

 

¿Qué superficie manejan y cuántas vacas tienen en ordeñe actualmente?

La superficie que manejamos es 100% arrendada. Estamos trabajando unas 280 hectáreas en plataforma de ordeñe y en vaca masa estamos trabajando unas 340 hectáreas. Hoy en día estamos con 220 vacas en ordeñe y un promedio de 23 litros diarios; 27 litros de promedio en lote de punta y 21-22 litros en el de baja. Utilizamos ganado Holando, salvo algunos animales puntuales cruza Jersey que se adquirieron de un vecino que cerró su tambo.

 

¿Qué papel ha jugado Proleco en esta etapa que has iniciado como productor lechero?

Para lograr un crecimiento sostenible en la actualidad, el acceso a crédito es esencial para nosotros. Nuestra empresa demanda una planificación a largo plazo en términos de expansión, mejoras en pasturas, adquisición de maquinaria, entre otros aspectos. Durante los últimos 12 años hemos enfrentado desafíos y hemos buscado soluciones. Hemos adquirido activos, como un tanque de frío, a través del apoyo de Proleco, con la línea de intereses subsidiados de ANDE, de Impacto Ambiental positivo.

Recientemente, también adquirimos vaquillonas mediante el acuerdo que Proleco tiene con Banco Santander. Estas opciones de financiamiento accesibles y específicas para el sector lechero son realmente importantes. Es crucial que las instituciones financieras comprendan las particularidades del sector lechero, ya que en otros bancos puede no ser tan fácil encontrar soluciones que se ajusten a nuestras necesidades y modelo de negocio.

 

El hecho de que Proleco sea dirigido por productores debe ser una fortaleza para ustedes como productores cuando buscan alguna solución financiera.

Exactamente, eso es una ventaja porque ellos (por los directores) son productores y conocen muy bien el negocio de la lechería. En mi caso, Proleco ha sido una herramienta fundamental. Entiendo que la agilidad y la accesibilidad en los procesos de crédito son fundamentales para el productor. La posibilidad de comunicarse directamente con instituciones financieras que comprenden la naturaleza de la lechería, como Proleco, y que también cuentan con comités de crédito conformados por productores, agiliza los procesos y permite tomar decisiones rápidas para aprovechar oportunidades y hacer frente a desafíos. Además, te brinda la posibilidad de acceder a una variedad de productos financieros con soluciones específicas para aspectos medioambientales y de infraestructura.

 

¿Cómo está viendo el negocio de la lechería a la salida del invierno? Todavía se están pagando los efectos de la sequía y se confirmó una baja del precio al productor.

Hoy tenemos mucha deuda que tenemos que amortizar en la primavera. Esta situación está impactando directamente en los ingresos de los productores y generando incertidumbre en cuanto a la rentabilidad de la actividad. Es evidente que la necesidad de eficiencia en la gestión se vuelve aún más crítica en este contexto. La búsqueda de soluciones y herramientas que permitan refinanciar las deudas y brinden un alivio financiero a corto plazo es una prioridad. La colaboración de Conaprole y las posibles opciones que la banca pueda ofrecer para refinanciamiento pueden ser esenciales para mantener la viabilidad y dar oxígeno a los productores en esta coyuntura compleja.

 

Más allá de esta coyuntura de corto plazo, ¿cómo ves el negocio de la lechería? ¿Estás arrepentido de haber incursionado como productor?

Es claro que la lechería es un negocio que requiere inversión constante y una planificación cuidadosa para asegurar su viabilidad a largo plazo.

Es reconfortante saber que la lechería ofrece una cierta estabilidad en términos de pagos, ya que la leche producida siempre tiene un mercado y un valor asociado. Esto proporciona un grado de seguridad financiera para los productores, especialmente cuando se compara con otros sectores. En mi caso estoy en un área 100% arrendada. No debe haber otro negocio con esta superficie que pueda mantener a 11 familias con un tambo y también tener calidad de vida. Vos sabés que todos los meses contás con el dinero.

Además, la proyección de crecimiento a través de la expansión de la producción puede ser una estrategia efectiva para aumentar los ingresos y la rentabilidad a largo plazo. Si hoy produzco 2 mil litros y me proyecto a cinco años, por ejemplo, para llegar a 10 mil litros, sé que Conaprole me va a levantar esa leche. Eso es una fortaleza importante de este negocio.

Es innegable que la lechería se ha vuelto más empresarial y que la gestión eficiente de los márgenes, los costos y la planificación financiera son cruciales para el éxito en el negocio. La necesidad de equilibrar la inversión con la eficiencia operativa se ha vuelto una prioridad y está impulsando una mentalidad más estratégica en la gestión de los tambos.