Los precios de los alimentos balanceados pegaron un salto en las últimas semanas, impulsados por una demanda doméstica muy elevada tanto desde los tambos como desde los corrales de engorde, beneficiados por los buenos márgenes que está dejando este último negocio y el crecimiento significativo de la terminación a corral en el país.
De acuerdo con las referencias de la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP), los alimentos balanceados utilizados en la producción lechera aumentaron 15-16% en junio respecto a mayo. Informó referencias de US$/t 297 y US$/t 309 para lecheras en mayo, la segunda referencia para las de alto rendimiento; promediando junio habían subido a US$/t 341 y US$/t 359, respectivamente.
La expectativa de que una excelente cosecha de maíz repercutiera en precios a la baja en el mercado interno fue de corta duración. Los precios del cereal bajaron en los primeros meses del año, pero luego se vieron sostenidos por una muy intensa demanda local, tanto desde la producción de leche como desde los engordes de ganado a corral, que están trabajando a pleno y con buenos márgenes del negocio, respaldados por la cotización del ganado a faena que, en el caso de los de corral, superaron con holgura los US$ 5,00 por kilo carcasa para novillos y vaquillonas.
Sin embargo, la expectativa para las próximas semanas es que la tendencia no se mantenga. “Hubo un hueco entre la cosecha de maíz de primera y de segunda que coincidió con un aumento en el precio de algunos subproductos, caso de cáscara de soja y afrechillo de trigo”, comentó a La Lechera Álvaro Ferrés, director de la empresa de raciones Númix. También contribuyó un crushing menor al esperado en Argentina, lo que presionó al alza los precios del producto importado. Sin embargo, para Ferrés la tendencia no se mantendrá. “Los precios de las harinas habían subido, pero ahora están en baja, tanto la harina de soja como el DDGS y la cáscara”, afirmó. Esto se complementa con un excelente rendimiento de las chacras de maíz de segunda, que estimó en 5.000-7.000 kilos por hectárea.
A su vez, los productores de maíz están optando por venderlo húmedo al mercado interno ya que implica menores costos, en especial luego de una gran cosecha de soja como la que se dio en el país este año.
Además, las expectativas de que se pudiera exportar maíz de la actual cosecha, suponiendo que hubieran quedado excedentes, no se estarían confirmando. El gerente de Originación de Cereales y Oleaginosas de Louis Dreyfus Company (LDC) en Uruguay, Mario Sampaolesi, consideró “muy difícil” que pueda embarcarse maíz (como se hizo el año pasado) pese a los “muy buenos rendimientos” que se están obteniendo con las cosechas de segunda. Coincidió con Ferrés en que el grueso de la cosecha se está levantando húmeda y comercializando en la plaza local, con una demanda “muy pujante” de la ganadería para la terminación en los corrales. “Mi impresión es que el maíz seco que pueda quedar se va a terminar colocando todo en el mercado doméstico”, opinó el gerente de LDC.