Cuando se firman tratados comerciales está claro que hay ganadores y perdedores. No todo es un ganar-ganar, pese a que el acuerdo implicará quitas arancelarias para bienes uruguayos por unos US$ 100 millones cuando el tratado quede operativo, según estimó el canciller Rodolfo Nin Novoa. De hecho, Uruguay y Paraguay serán los países que más beneficios tendrán con este TLC, según un informe que divulgó la calificadora Moody’s.
Cuando la negociación había ingresado en su etapa final, en Uruguay habían surgido algunas alertas porque la Unión Europea (UE) estaba presionando fuerte para incluir a los lácteos en el tratado. Esto generaba nerviosismo e inquietud porque los países europeos cuentan con fuertes subsidios para su producción. Está previsto que este jueves haya una reunión informativa entre los equipos negociadores de Uruguay del tratado y la Cámara de la Industria Láctea (CILU) para despejar algunas dudas.
De todas formar, algunos detalles ya salieron a la luz. El TLC incluye una
una cuota recíproca para los dos bloques de 10 mil toneladas para leche en polvo, tanto entera como descremada, y de 30 mil toneladas para los quesos.
La delegada de Uruguay en las negociaciones y directora general para Asuntos de Integración y Mercosur del Ministerio de Relaciones Exteriores, Valeria Csukasi, dijo que el Mercosur no aceptó “la eliminación horizontal de los aranceles”.
Aclaró que los volúmenes de las cuotas abarcan límites para todo el bloque y todo será implementado en un plazo de 10 años de forma progresiva. A su vez, los aranceles -que van hasta el 28%- se van a ir reduciendo hasta que en el año 10 van a llegar a 0%.
En el caso de la leche en polvo, el impacto no parecería ser significativo, a priori. En 2018, Uruguay exportó 144 mil toneladas de leche en polvo entera y 16 mil de leche descremada. En los quesos la ecuación parece no ser tan favorable, ya que el volumen de exportación de todo 2018 fue de casi 29 mil toneladas. En la región, Brasil es un destino por excelencia par los quesos uruguayos; también lo es para la leche en polvo.
“Esto fue algo que se peleó intensamente pensando que los tiempos el sector puedan permitir una adaptación para un sector que hoy reconocemos todos pasa dificultades. Estamos hablando de 10 años más los dos que llevaría la entrada en vigor del acuerdo, que será cuando se verá el impacto real y completo”, explicó la técnica en diálogo con radio Rural.
Agregó que Uruguay “defendió en todo momento la sensibilidad del sector, sabiendo sobre todo que del otro lado (por Europa) hay producción subsidiada”.
Entre otras aristas del acuerdo, Csukasi aclaró que, en cuanto a las indicaciones sobre las denominaciones de origen, los nombres de uso común en Uruguay como puede ser el queso parmesano, “van a poder seguir usándose”. “En algún momento se habló de que no se pueda producir más parmesano. Eso no es así. Está asegurado el uso para los productores uruguayos de la misma forma que la posibilidad de exportar bajo ese mismo nombre”, explicó.