Por Luis Silva 

Hoy, el término "irresponsable" para definir a los dueños de uno o más perros que terminan en pocos minutos con años de selección e inversión en genética, queda lamentablemente minimizado ante la gravedad de los hechos que vienen ocurriendo en todo el país. Esto afecta a un rubro que atraviesa momentos complicados en cuanto a la comercialización de carne y lana. Quizás en la actualidad, el término "irresponsable" sea más adecuado para aquellos que tienen la responsabilidad de asumir y desarrollar las políticas públicas necesarias para evitar que esto vuelva a suceder.

En la jornada de ayer, a las seis de la mañana, el propietario de la cabaña Granja Roland, Pablo Caorsi, junto a su personal, fue a alimentar a los animales que se estaban preparando para la próxima edición de la Expo Prado, así como a los reproductores que están generando descendencia en los planteles. Allí se encontraron con dos perros desconocidos que mordieron y mataron a los mejores ejemplares del plantel de la cabaña.

Caorsi prefirió no hacer declaraciones al respecto, pero dejó en claro la impotencia que sentía en ese momento debido a la falta de responsabilidad por parte de los dueños de los perros. Agradeció el trabajo del área técnica del Ministerio del Interior que estuvo presente en el lugar.

La cabaña fundada en 1940, este año había logrado las dos Reservadas de Grandes Campeonas en Durazno, tanto en la categoría PI como PO, y el Reservado de Gran Campeón en machos. Estos animales, junto con otros ejemplares seleccionados, estaban siendo preparados para la Expo Prado 2023. En el mismo local de la cabaña se encontraba el carnero padre T170, adquirido en el remate de "El Piramidal" de Gambeta hace cuatro años, en sociedad con otros cinco criadores, y que hoy se encuentra en la cima de la evaluación genética de la raza.

Caorsi informó que se procederá a esquilar a los animales y se hará todo lo posible para salvar los reproductores y ovejas. Sin embargo, advirtió que es muy difícil que la mitad de los animales mordidos logren recuperarse.

Lamentablemente, recurrir a la tenencia responsable de los dueños de perros no está resultando ser la medida más efectiva para el bienestar animal, y tampoco para las organizaciones protectoras de animales. Sería un error de nuestra parte recordarles a las autoridades gubernamentales y a las ONGs que las ovejas también son animales y deben ser protegidas, tal como lo establece la ley de creación del INBA.

Haciendo un paralelismo con el reciente logro obtenido por la Selección de Fútbol Sub-20, Uruguay tiene las características y cualidades necesarias para ser un gran productor de lana y carne ovina, y sorprender a muchos. Sin embargo, al sector político nacional, tanto del gobierno actual como el anterior, le resulta difícil tomar decisiones de fondo que resuelvan el problema e impulsen el rubro ovino.