Durante décadas China se consolidó como el líder indiscutible en la producción y exportación de textiles y ropa a nivel mundial, sin embargo, este liderazgo a nivel del mercado global se ha venido erosionando en los últimos años. La presencia en Estados Unidos es una clara referencia de esta tendencia, la cual ha venido descendiendo de la mano de un incremento en los costos internos de producción, las tensiones políticas entre ambos países, la lenta recuperación de la economía y la búsqueda de diversificación de los abastecedores por parte de los comerciales estadounidenses.

En la década de 2000, el gigante asiático alcanzó su máxima participación en dicho mercado, tanto en términos de volumen como de facturación en las importaciones norteamericanas de textiles y prendas de vestir. En la actualidad, ese panorama ha cambiado debido a que las empresas estadounidenses han venido buscando alternativas más competitivas y sostenibles.

El crecimiento económico de China, ha traído consigo un aumento en los costos laborales de producción, algo que durante mucho tiempo fue un factor diferencial con abastecedores de otros países, inclusive del sudeste asiático. Por otro lado, en el pasado gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, que pronto volverá a asumir las riendas del país, se generó la famosa “guerra comercial” entre ambos países, lo que erosionó la presencia de los abastecedores chinos y permitió el ingreso de empresas provenientes de países como Vietnam, Bangladesh y Turquía.

La tendencia no se limita a Estados Unidos. En Australia, aunque China sigue siendo el mayor proveedor, su participación en el mercado cayó del 66,1% en 2020 al 59,1% en el primer trimestre de 2024. La Unión Europea, por su parte, ha fortalecido relaciones comerciales con otras naciones, favoreciendo a países más competitivos y cercanos en términos logísticos.

A futuro, ¿China dejará de ser un actor relevante en la industria textil y de prendas de vestir? La realidad indica que a pesar de estos cambios continuará siendo el principal abastecedor mundial, sin embargo, el escenario apunta a una mayor diversificación del mercado, de la mano de cadenas de suministros que sean más competitivas en los costos y garantice una producción éticamente sostenible tanto a nivel de producción como social.

La recuperación de las exportaciones del gigante asiático, dependerán de tres grandes factores, la recuperación económica a nivel mundial que no logra alcanzar los niveles esperados, en parte por las preocupaciones geopolíticas en Europa, por otro lado, el relacionamiento de los gobiernos de Donald Trump y Xi Jinping, que en el pasado han generado muchos dolores de cabeza al sector y por último, el apoyo del gobierno chino a sus empresas en la búsqueda de mejorar la sostenibilidad de la industria y la diversificación de mercados.

Suscribete a nuestro Newsletter

Destacado semanal

Tardáguila Agromercados - Powered By InfinitWorks.