Al cierre de 2023 se dio a conocer el ingreso por primera vez al país de genética ovina de las razas Dorper y Santa Inés desde Paraguay, lo cual desde algunos sectores es visto con buenos ojos y desde otros con preocupación. Por un lado, la preocupación de que la genética importada desde suelos guaraníes, que puede generar una triangulación para el ingreso de materiales de países que no pueden ingresar a Uruguay, y desde el otro extremo se celebra que esto se pueda lograr, superando así barreras políticas que dejan de rehén a la genética ovina.

En principio la raza Dorper ya estaba presente en el país, una raza ovina deslanada, con animales traídos al Uruguay desde Australia, a los que se suma la presencia de estos ejemplares traídos desde Paraguay, que tendrían la base de una genética traída desde Sudáfrica. Por otro lado, el ingreso al país de la raza Santa Inés, que tendría una base genética del norte brasileño.

El Dr. Norberto Paiva, principal de la cabaña Rancho Grande, ha realizado varias exportaciones de animales de la raza Texel hacia Paraguay y ha visto con buenos ojos que se concretara este ingreso de animales y la posibilidad de traer genética que hasta ahora “es rehén de un tema político”. Si bien Paiva es representante de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) en la junta directiva del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), aclaró que sus expresiones son “a título personal”. En este sentido felicitó el posicionamiento del gobierno paraguayo en aplicar una “política respecto al rubro ovino muy abierta y del desarrollo de un polo genético para Latinoamérica”.

El cabañero recordó que Paraguay ha venido desarrollando la misma política en vacunos, con las razas Braford y Brangus, y en el caso de las razas ovinas “inteligentemente abrieron la importación de Europa, desde Inglaterra, y ahora para Brasil, tanto de semen como embriones dentro de las normas del Mercosur”. Por lo que entiende que “el Ministerio ha tomado una decisión muy importante de permitir la importación de animales en pie desde Paraguay”.

Respecto al ingreso de genética traída desde Inglaterra, a través de Paraguay, la cual aún está sin las autorizaciones correspondientes de Uruguay para su ingreso directo, Paiva dijo que “Uruguay es el único país del Mercosur que no autorizó la importación genética desde Inglaterra” y remarcó que “no son razones técnicas, son razones políticas, eso es lo que no ha contestado el ministro (Mattos)”.

Paiva señaló que “el argumento es que, si Inglaterra acepta carne con hueso, Uruguay aceptaría la importación de genética, lo que quiere decir que la genética es rehén de un tema político”. En este sentido explicó que Uruguay ha perdido un paso muy importante, principalmente en las razas carniceras como Hampshire Down, Suffolk y Texel, debido a que “Argentina, Brasil y Paraguay, ya tienen la genética, y ya tiene animales nacidos”.

El cabañero dijo que “es absurdo lo que está sucediendo, la decisión que ha tomado este ministerio es absurda y es dañina para las razas” y dijo que ahora “vamos a poder traer desde allá origen inglés triangulando por Paraguay y Argentina”.