Conocidos los datos de la declaración jurada de Dicose, se observó un nuevo descenso del stock ovino. El grueso de la producción ovina continúa ubicándose en los departamentos de Salto, Artigas y Paysandú, donde predominan los sistemas laneros basados en las lanas finas y el Merino en particular.

El presidente de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay, Ing. Agr. Fernando Dutra, dijo que la caída del stock "es algo que venimos observando" dentro de la situación actual del ovino en Uruguay, donde "la lana fina, y en particular el Merino, es lo que más se ha mantenido". El criador señaló que no se tienen los datos específicos de la raza dentro del stock, sin embargo, afirmó que "la raza ha crecido en este contexto, porque todos conocemos a algún vecino, amigo o conocido que pasó de una raza a otra, migrando al Merino".

Respecto a la caída del stock señalo que existen varios motivos, entre los cuales indicó lo desafiante de la situación climática para el ovino. "Fue un año muy desafiante para la oveja, con pérdidas superiores a lo normal en todas las categorías. Además, cuando salimos de la sequía, lo único que había para vender en términos de animales gordos era la oveja", recordó.

Afinar el Merino

Luego de más de 20 años de trabajar en el afinamiento de las lanas, el Merino ha logrado una finura que lo posiciona en un escenario de buena demanda y valores que reaccionan rápidamente a esa demanda. Ahora bien, el Merino ¿debe continuar afinando o llegó a su mejor nivel desde el punto de vista comercial?

Al respecto Dutra decidió brindar una respuesta desde el punto de vista "absolutamente personal". En este sentido, indicó que "después de más de 20 años de afinamiento, el Merino se ha posicionado en un rango de finura de lana que está en el segmento de mayor precio" y señaló que dentro de dicho rango "cada productor según sus características, gustos, y sistema productivo, debe decidir si quiere estar sobre los 15, 17, o 19 micras. Para mí, lo ideal es estar por debajo de las 19 micras".

Dutra concordó que el trabajo realizado en los últimos 20 años ha buscado "torcer" esa tendencia lógica de que al afinar las lanas se pierde peso de vellón. "Se ha demostrado que es posible: se puede afinar y aumentar el peso del vellón, se puede afinar y mejorar el tamaño del animal", dijo el presidente de la sociedad de criadores y remarcó que "el Merino es mucho más fino, en promedio, tres o cuatro micras por debajo de lo que estábamos hace 25 años. Probablemente, el Merino actual sea más productivo en términos de lana que hace 20 o 25 años".

Más allá de esto, el criador dijo tener "alguna duda" sobre la pérdida de "rusticidad" dentro de la raza. "Las lanas más finas pueden implicar biotipos menos resistentes frente a condiciones climáticas adversas o ataques de parásitos", reconoció Dutra.

A pesar de la duda expuesta por el criador, remarcó que "lo que se ha hecho ha sido correcto, porque los números lo avalan. Al final del día, lo importante es si el negocio es rentable o no, y las lanas finas han agregado mucho valor a los establecimientos ovinos".