El Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) viene realizando un seguimiento de las encarneradas a nivel país, y en el norte del país se han visto afectadas por las lluvias tardías y desparejas de este año. El Dr. Sergio Fierro, técnico del SUL, explica que en algunos lugares las lluvias llegaron antes y los campos vinieron rápidamente, lo que permitió que las ovejas respondieran rápidamente al verde en el basalto. En otros lugares, donde la lluvia fue más tardía, las majadas están más sentidas al servicio, lo que seguramente va a repercutir en la tasa mellicera.

A pesar de estos problemas, el Dr. Fierro destaca que la respuesta del celo de las ovejas viene muy bien y que se está haciendo seguimiento de un establecimiento con protocolo de sincronización, el cual se está comportando según lo previsto. Aunque se han notado majadas un poco más desparejas que otros años, el especialista confía en que los resultados serán los que se están acostumbrados a ver gracias a la lluvia y el verde que llegó al final.

Consultado sobre la posibilidad de que estas lluvias actúen como un flushing natural, para recuperar los vientres en este momento previo a la encarnerada, Fierro dijo que depende un poco de cuándo haya arrancado el servicio, pero sí es posible que haya un efecto en la tasa mellicera. El año pasado se vio un aumento de la tasa mellicera asociado a las lluvias de principio de febrero, las cuales permitieron que las ovejas tuvieran un mes de flushing natural.

El Dr. Fierro advierte que no es solo la ganancia de peso lo que importa, sino también el estado de la oveja antes del servicio. En algunos lugares la majada está en estado 2,75 o tres, en una escala de 0 a 5, mientras que en otros lugares está un poco más bajo. Sin embargo, se espera que la recuperación del verde y la ganancia de peso en las ovejas tengan un impacto positivo en la producción de lana en el norte del país.