La zafra de lanas 2022/23 en Australia tuvo un resultado ampliamente negativo. El Indicador de Mercado del Este cerró en US$ 7,48 el kilo base limpia, 24% por debajo del cierre de la anterior. Las bajas fueron para casi todo el espectro de micronajes, oscilando entre 35%-37% las más finas (hasta 17,5 micras) y de 15% a 28% hasta 30 micras. Paradójicamente, las lanas de 32 micras son las únicas que aumentaron de precio en la comparación del cierre de las dos zafras.
Es que los precios de las lanas medias se van uniformizando. Dado que su uso es cada vez en menores proporciones por parte de la industria textil (crece, por ejemplo, su utilización como aislante), si se trata de 28 o de 32 micras es cada vez menos relevante.
Al cierre de la zafra 2017/18, cuando se alcanzaron los precios máximos para la lana, las de 28 micras cotizaban con un premio de US$ 1,35 sobre las de 32; ahora esa brecha se achicó a solo US$ 0,47. Las lanas de 28 micras cerraron esta última zafra a US$ 2,11 el kilo base limpia y las de 32 micras a US$ 1,64. Niveles de subsuelo en los dos casos, que implican un costo relativo enorme para los costos que no diferencian entre micronajes, caso de la esquila y el transporte.
Todo el espectro de micronajes sufrió en la zafra que acaba de terminar, pero en la comparación con los máximos de 2017/18 es muy clara la diferencia entre las lanas finas y las medias. Mientras que las de 20 micras bajaron 56%, las de 28 micras perdieron 76% de su valor. Grosso modo, mientras las lanas finas perdieron la mitad de su valor, las medias perdieron tres cuartas partes.
Además, comparando contra el promedio de precios por micronaje de la última década, las lanas de 20 micras perdieron 33% de su valor y las de 28 micras 61%, por lo que la diferenciación entre los precios de lanas finas y medias no parece tratarse de algo puntual o coyuntural, sino una tendencia mucho más duradera.
La misión encabezada por el ministro Mattos por China en mayo tuvo entre los principales temas en carpeta los altos stocks de lanas medias en Uruguay. Lo que recibieron de respuesta en China no fue muy alentador. “Nosotros también estamos con altos stocks de ese tipo de lanas”, contestaron, palabras más, palabras menos.
Por el momento no aparece una solución a la vista para estas lanas y empiezan a ser muchos los que piensan que no la habrá.