Sobre la situación actual del mercado lanero, Pedro Otegui, director de Lanas Trinidad, dijo que antes de mirar los valores y los negocios, se debe “analizar en qué mundo nos toca vivir”.
En este sentido dijo que “China hasta ahora seguía complicada con el manejo de la pandemia del Covid-19. Ucrania y la Unión Soviética, enfrascados en un conflicto de locos y que trae efectos inmediatos a todo lo que es Europa. Porque Rusia es un gran proveedor de energía, y Europa no está preparada para pasar un invierno sin energía, sin parte de la energía rusa. El movimiento de monedas, la inflación en niveles que los europeos hace muchos años que no recordaban tener algo similar”.
El industrial dijo que “hasta julio del 2022, en Europa y Estados Unidos, había una sana euforia de que las cosas vayan bien. Vino el período vacaciones, julio, agosto y al retorno de las vacaciones el ánimo de la gente era muy distinto que al del momento que se fueron de vacaciones. Hay preocupación con la guerra y por la energía, los costos, y eso ha repercutido en el mercado de la lana”.
En este escenario, “los lotes de calidad, con certificaciones, son los que primero están en la mesa de negociaciones y la impresión que uno tiene es que eso va a seguir así”.
Respecto a la situación de las lanas medias y gruesas, Otegui dijo que “el partido está complicado. Precisamos que se recupere el mercado chino y que se recupere la situación en Europa”. Recordó que este tipo de lanas viene con dificultades que se arrastran desde la guerra comercial entre Estados Unidos y China, posteriormente todo el impacto de la pandemia, por lo que “China prácticamente ha estado desaparecida del mercado”.
Si bien reconoció que esta situación es “durísima” porque “hay productores que de repente tienen dos o tres zafras de lana por vender”, pero advirtió que “lamentablemente nada de eso está en manos de los operadores uruguayos de poder solucionarlo”.