El presidente saliente de la Unión de Consignatarios y Rematadores de Lana del Uruguay (UCRLU), Pablo Iramendi, comentó que la zafra lanera 2023/2024 ha sido “más complicada, más difícil, más allá de un tema de valor”. En este sentido, dijo que el año comercial fue muy atípico, con visiones diferentes, de acuerdo con el tipo de micronaje con la cual se analice lo sucedido.
En el caso de las lanas finas, “empezamos con precios que nos parecían que no eran satisfactorios, pensamos que los valores en segunda mitad iban a incrementarse y nos equivocamos todos”, reconoció Iramendi, quien agregó que “la zafra en cuanto a precios fue siempre de más a menos”.
Explicó que, tras las esquilas, el año pasado, y la realización de los coreos, “esperó, no vendió y en este 2024 los valores siempre fueron bajando”. A modo de ejemplo, estimó que desde julio del año pasado a la fecha “quizás tenemos más de US$ 1 o US$ 1,5 de diferencia en lo que son lanas finas”.
Por su parte, en las lanas gruesas, destacó un incremento en el volumen de lanas comercializadas en estos micronajes. “Se vendieron cinco, seis o siete millones de kilos, que lo que hizo fue liberar el stock dentro del Uruguay, por lo menos que el productor saliera de una a dos o tres zafras guardadas en el galpón”.
El incremento en el volumen comercializado ha sido importante, sin embargo, “los valores son los valores que todos conocemos de abajo de US$ 1, valores muy bajos, pero por lo menos es como limpiar un poco la cancha”.
Perspectivas
Respecto a la zafra que acaba de comenzar, la 2024/2025, Iramendi dijo que “no debería” ser igual para las lanas finas, “deberían empezar a mejorar los valores en Europa”, si bien reconoció que este mercado en particular está “bastante complicado, está muy pinchado”.
Si bien augura una recuperación del mercado europeo y por ende un mayor nivel de colocación, el consignatario dijo: “No creamos en cambios de valores importantes a corto plazo, no estamos en momentos donde podemos llegar a ver cambios importantes en los valores por toda la coyuntura que estamos viviendo”.
Por su parte, respecto a las lanas Corriedale, dijo que “la mejora de valores la veo muy para adelante”, pero el comenzar a salir de las zafras que están guardadas es un “tema importante”. Además, recordó que los productores están un proceso de afinamiento de sus lanas, en muchos casos a través de cruzamientos, y “también dentro del mismo Corriedale, donde hay mucha gente que se va de las 28 a las 26 micras”.
Explicó que el cambio no es muy importante, pero recordó que “no es lo mismo vender un Corriedale de 28 micras tradicional a 50 o 60 centavos, que vender un Corriedale de 26 micras, grifa verde, con certificación, arriba de U$ 1. Entonces, ahí sí hay una diferencia”.