La lana, un material que ha sido un pilar en la industria de la moda, está demostrando su valía más allá de la vestimenta. Su biodegradabilidad, una de sus características más notables, lo convierte en un aliado del medioambiente. Su naturaleza completamente orgánica permite que se descomponga en tan solo seis meses, devolviendo sus elementos constituyentes y minerales al suelo de dónde provino. Más allá de la vestimenta, la lana halla un nuevo propósito en la agricultura y jardinería gracias a iniciativas vanguardistas.

La Organización Internacional de Textiles de Lana (IWTO) destaca una propuesta pionera que aprovecha los subproductos de lana en beneficio de la tierra. Wild Valley Farms, una empresa familiar ubicada en Croydon, Utah (EEUU), lidera esta innovadora propuesta al emplear la lana como un fertilizante esencial. Cuando las ovejas son esquiladas, los recortes de lana que no son adecuados para textiles debido a su longitud se desechan. No obstante, esta lana, aunque más corta, es biodegradable y ofrece un potencial aún no explorado.

Aprovechando estos subproductos de lana que generalmente se descartan, la familia Wilde los ha transformado en "pellets de lana", una solución excepcional para la fertilización en la agricultura, jardinería y horticultura. Estos gránulos compactos no solo evitan el desperdicio, sino que también enriquecen el suelo, nutren las plantas, retienen agua y fomentan un crecimiento saludable.

Albert Wilde de Wild Valley Farms afirma con entusiasmo: "Nuestros pellets de lana representan una solución innovadora que brinda propósito a la lana de desecho, beneficiando tanto a nuestras plantas como al medio ambiente. Estos gránulos no solo enriquecen el suelo con nutrientes esenciales, sino que también reducen el consumo de agua y mejoran la porosidad del suelo".

Estos gránulos, completamente naturales y sin añadidos, benefician el cultivo de plantas en tres formas esenciales. Primero, proveen nutrientes esenciales al suelo, debido a que son fertilizantes NPK 9-0-2 de liberación lenta. Además, reducen la necesidad de riego al retener y administrar el agua a las raíces de las plantas, lo que puede resultar en un ahorro de hasta un 25% de agua en comparación con los métodos tradicionales. Por último, los gránulos se expanden, aumentando el espacio disponible y permitiendo una mejor oxigenación para el crecimiento de las plantas.

Los gránulos de lana de Wild Valley Farms son una solución sostenible y eficaz para el cultivo de plantas, a la vez que rescatan la lana que de otro modo sería desechada. Este enfoque ejemplifica cómo la naturaleza puede inspirar soluciones inteligentes y amigables con el medioambiente, al mismo tiempo que resalta los múltiples beneficios que la lana puede aportar más allá de la moda.

La empresa Wild Valley Farms en su página web, a modo de referencia, realiza la comercialización de este producto en diferentes opciones de tamaño, al igual que otros productos. En el caso de la bolsa de pellet de lana de 8oz (226 gramos aprox.) tiene un costo de US$ 12,99.