En el marco de la jornada “¿Qué ovinos necesitamos en el escenario actual?” organizada por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) en Salto, el criador de Merino Australiano Álvaro Méndez, integrante del Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas (CRILU) disertó sobre el impacto y los números del consorcio sobre la empresa del norte del país.

Méndez dijo que el principio básico de CRILU “era afinar la lana sin perder ni peso de vellón ni peso corporal” y en este sentido destacó que el programa permite “acelerar el proceso de afinamiento, sin dudas”. Y eso ha quedado demostrado con el interés de más productores de sumarse en el último llamado realizado a nuevos consorciados.

A pesar de esto, el ovejero dijo que “una de las debilidades de esto es que todavía tenemos un merino chico” y remarcó que se debe avanzar en “seguir creciendo el peso corporal porque eso nos ayudaría a resolver otros problemas asociados, sobre todo en el caso de las apariciones”.

Méndez explicó que “todavía nuestras ovejas son débiles para enfrentar los problemas que tiene el ambiente, que tiene la naturaleza”, por lo que entiende que los productores avanzaron en el afinamiento de las lanas, pero se olvidaron “de seleccionar un poco por ese lado de la rusticidad de la oveja, para que destete de la mejor manera posible y con mejor peso posible los corderos”.

El productor señaló que ese desafío permitiría acortar “esa diferencia tan grande que hay entre el potencial reproductivo, el potencial de parición cuando hacemos ecografías y los corderos verdaderamente destetados”. En este sentido, dijo que “la tecnología de los encierros, de las parideras, es un gran desafío, porque son majadas muy grandes, en campos muy grandes, donde tener todas las ovejas pariendo es imposible hacerlo”.

Según Méndez, al encerrar un porcentaje “relativamente chico” en las parideras, los resultados no compensan el esfuerzo que se realiza. A modo de ejemplo, dijo “si nosotros encerramos un 20% de una majada de 1.200 vientres, que es un desafío importante para cualquier productor tratar de encerrar y hacer parir a los animales a 200 animales en parideras, y como resultado aumentas un 20% la tasa de natalidad de esos corderos, vas a estar repercutiendo solamente el 20% del 20%, que es el 4% de tu retorno. Entonces, es un esfuerzo muy grande para un retorno que todavía sigue siendo chico”.