Nadie puede desconocer que el año agrícola ganadero 2021-22 ha venido desarrollándose de forma excepcional en cuanto a los valores que han alcanzado los productos generados en el sector agropecuario, principalmente en el segundo semestre. Sin embargo, la suba de los costos y la baja del dólar son dos factores que generan preocupación a nivel de Cooperativas Agrarias Federadas (CAF).

Pablo Perdomo, presidente de la gremial, dijo que “cuando se dice un año excepcional, uno se fija directamente en los precios, pero muchas veces no hablamos del riesgo de los costos, de los insumos, de la problemática que aparece como son los días de lluvia y la posibilidad de que el grano no se pueda secar, lo que se perjudica la producción en general”. En este sentido dijo que se debe ser “cauto” en los análisis, “porque hay que pasar raya para después definir bien los números como son”.

El productor indicó que desde las gremiales se visualiza una “luz amarilla” en el tipo de cambio. Si bien reconoció que es “difícil poner el tema sobre la mesa” cuando la población en general puede reaccionar negativamente ante los buenos valores del agro. “La reacción va a ser, si la soja está a 600 dólares y el novillo gordo a 5,50, no se pueden quejar”, dijo Perdomo.

El presidente de CAF explicó que los estudios marcan la necesidad de tomar los actuales valores de la producción. “Hay que esperar a pasar raya en el ejercicio que estamos para cerrar el 30 de junio y ahí ‘frita la grasa, vamos a ver los chicharrones que quedan’, como dice la gente de campaña”.

Sobre ese posible resultado, Perdomo dijo que “todo indicaría que es un buen año y entendemos que va a ser favorable”; sin embargo, recordó que la siembra de invierno que se está realizando “es con unos insumos caros y no se sabe cuánto va a estar el producto a la cosecha, y eso pesa en las proyecciones para adelante en la agricultura, en la ganadería, en la fruticultura, en la parte láctea, pero se avizora un horizonte bastante interesante”.

Perdomo remarcó la preocupación que tiene la gremial ante los actuales niveles de inflación, que reconoció “es el peor impuesto para las distintas clases sociales”, donde se busca por parte del gobierno “menguar con el tipo de cambio y con el aumento de las tasas de interés”.