El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI) de Uruguay ha presentado los resultados de una encuesta sobre el impacto económico del enoturismo en el país, llevada a cabo por la firma Opción Consultores. El informe destaca la creciente importancia del enoturismo en Uruguay, una tendencia que ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años.

La presentación de los resultados contó con la presencia del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, el Ing. Agr. Fernando Mattos, así como del presidente de INAVI, Ricardo Cabrera, la jefa de Enoturismo de INAVI, Mag. Paula Vila, y la gerenta de Proyectos de Opción, Matilde Morales.

El informe subraya que el sector del enoturismo ha registrado mejoras notables en aspectos clave, como el aumento en la cantidad de bodegas que conforman el circuito enoturístico, la extensión de los días y horarios de servicio, y la mejora en la calidad de la oferta, factores que han tenido un impacto positivo en la economía de las bodegas participantes.

Según el estudio, el incremento en la actividad enoturística ha contribuido a compensar parcialmente los efectos negativos de la pandemia, temporadas de lluvias elevadas y sequías. Uruguay actualmente cuenta con 49 establecimientos que ofrecen experiencias de enoturismo, ubicados en los departamentos de Colonia, Canelones, Montevideo, Maldonado, San José, Rivera, Paysandú, Artigas y Salto.

Durante el año 2022, el sector generó ingresos directos superiores a los US$ 11 millones, con el 59% de esta cifra correspondiendo a Montevideo y Canelones, el 25% a Maldonado, el 11% a Colonia y el 5% al resto del país.

El gasto promedio por visitante se sitúa en US$ 76, mientras que los establecimientos que ofrecen la posibilidad de pernoctar (un 16% del total) cobran entre US$ 180 y US$ 700 por noche de alojamiento.

El informe también desglosa la procedencia de los visitantes, con un 39% de brasileños, un 37% de uruguayos, un 10% de argentinos, un 4% de estadounidenses, un 2% de otros países de América y un 8% de naciones fuera del continente.

La mayoría de los establecimientos (el 97%) ofrecen la venta de vinos en su tienda, además de tours de degustación y visitas a bodegas o viñedos. Un 66% de ellos también organiza eventos especiales, con un gasto promedio de US$ 66 por ticket.

El estudio destaca que, en promedio, las ventas de vinos representan un 40% de los ingresos totales de los establecimientos enoturísticos, seguidas de cerca por las degustaciones y las visitas.

En cuanto a la restauración, el informe muestra que representa el 15% de los ingresos totales en promedio, pero si solo se consideran los establecimientos que ofrecen este servicio, la cifra se eleva al 39%.

La misma tendencia se observa en el alojamiento, con los ingresos por hospedaje representando el 2% del total, pero aumentando al 23% al considerar solo los establecimientos que ofrecen esta opción.

El estudio proyecta un futuro positivo para el enoturismo uruguayo, ya que se percibe como un sector con gran potencial y rentabilidad. Se espera un aumento en el turismo tanto a nivel nacional como extranjero.

Los entrevistados en el estudio resaltaron la importancia del apoyo brindado por organizaciones como INAVI, las intendencias departamentales y el Ministerio de Turismo para fortalecer el enoturismo en Uruguay. Este análisis busca proporcionar una base de datos sólida que permita estandarizar procesos, profesionalizar la oferta y fomentar la demanda, contribuyendo al crecimiento sostenible del enoturismo en el país. El 93% de los entrevistados prevé un aumento en la facturación en los próximos 5 años.