La zafra sojera 2023/24 continúa avanzando e ingresa en la recta final con alrededor de un 25% por levantar de las chacras a nivel país, y con retrasos más pronunciadas en la zona noreste y este por el exceso de lluvias. Las lluvias no dan tregua y este domingo nuevamente se registraron precipitaciones en distintos puntos del país.
De acuerdo al monitoreo semanal que realizada la compañía Louis Dreyfus Company (LDC), al cierre de la semana pasada el avance de la superficie cosechable llegaba al 75% total país. “Es un promedio difícil de ordenar, bien marcadas las zonas noreste y centro —que son las más castigadas— donde se viene lento. En cambio, en el litoral sur, quedan muy pocos días de cosecha”, dijo a Informe Tardáguila el gerente de Originación de Cereales y Oleaginosas de LDC, Mario Sampaolesi.
Hasta hace dos semanas, LDC manejaba un rinde promedio para la zafra sojera de kg/ha 2.800, pero la última la redujo a kg/ha 2.700, con una previsión de llegar a una cosecha de 3,3 millones de toneladas. Sampaolesi destacó que una de las particularidades de esta campaña es que prácticamente el 90% de la oleaginosa se levantó de las chacras con humedad. “Hemos visto camiones con 35%, 38% de humedad, algo nunca visto”, advirtió. En cuanto a la calidad, por ahora, no hay grandes problemas que puedan complicar la operativa comercial. Puntualmente, relató que la pasada semana recibieron un camión con 40% de dañado de la zona noreste. “Tenemos que esperar un poco más. Hay mucha soja que se embolsó y que tiene cierto tiempo para que pueda ser acondicionada. Hay que tener cuidado con esos manejos para que la mercadería puedan salir en buenas condiciones”, señaló.
“Prácticamente hasta el 31 de mayo hemos trabajado con las plantas de secado a full, sin ninguna complicación, por suerte, para llegar a cumplir con los compromisos comerciales”, relató. La semana pasada, LDC sacó su cuarto barco con soja y se prepara para una seguidilla en los próximos 20 días para completar un buque por semana. “Nos jugamos a mantener el ritmo”, acotó el gerente.
Más allá de las complicaciones y sobrecostos que implica levantar una zafra con altos porcentajes de humedad, Sampaolesi destacó el “veranillo en materia de precios” para la soja que se dio en mayo, que permitió a muchos productores capturar una tonelada por encima de US$/t 400, algo que no estaba al inicio de la zafra.
Por otro lado, aseguró que hoy la “cabeza de los productores” está en terminar la cosecha de verano y avanzar con la siembra de invierno. Añadió que seguramente en el trimestre junio-julio-agosto pueda salir un “segundo round” con embarques de trigo, y eventualmente maíz una vez que se tenga más claro el impacto de la chicharrita sobre los maíces de segunda.