Luego de las lluvias de esta semana se arrancará de lleno con la siembra de colza, oleaginosa invernal que, de acuerdo con la intención que se maneja, estará ocupando unas 250 mil hectáreas, más de 50% por encima de las 162 mil que, según DIEA, se sembraron en 2021/22.

Sofía Guigou, gerenta comercial de ADP, dijo a Panorama Agrícola de Informe Tardáguila que en su empresa —que es la que más semilla vende de esta especie— más que duplica las ventas con las dos variedades con que ahora cuenta: granola, de Bayer, y Guyunusa, de INTA, que está en su primer año comercial.

El cultivo de colza está significando una gran herramienta para el invierno, no solo por la diversificación saliendo de los tradicionales cereales invernales, sino también por la menor intensidad en insumos en momentos de altos costos. “No solo la semilla es más barata, se siembran unos 4 kilos por hectárea y es menos intensa la necesidad de nutrientes”, explicó Guigou.

Otra gran ventaja del cultivo es que se trata de un gran antecesor para el verano siguiente, al cosecharse antes, no dejar muchos residuos y no consumir demasiados nutrientes.

El otro complemento muy atractivo para este cultivo son sus altos precios. La Cámara Mercantil, el viernes, informó un rango de US$ 780-800 por tonelada puesta en Nueva Palmira. Guigou agregó que, al ser un cultivo que no tiene tantas variaciones en cuanto a la calidad de lo que se produce, se puede ir anticipando parte del volumen de venta y asegurando precio.