En el marco del nuevo dólar agro, que implementa un tipo de cambio diferenciado de A$ 340 para las economías, el agro argentino liquidó el 50% del objetivo de US$ 2.000 millones fijado para el programa en los primeros seis días de vigencia. Los números son alentadores y el mercado traza una prospectiva para la iniciativa.

"En las primeras seis jornadas del dólar agro se ve una dinámica de liquidación que llega a la mitad del objetivo que se planteó el programa, que mejoró en un 25% el precio que recibe el productor por dólar", destaca Gonzalo Agusto, economista jefe del Departamento de Economía de la Bolsa de Cereales de Córdoba.

Recordemos que el ministro de Economía, Sergio Massa, puso en marcha el viernes pasado este tipo de cambio diferenciado, que mejoró el que, hasta ahora se ofrecía a las exportaciones comprendidas en el dólar agro y sumó al maíz y la cebada cervecera al listado. En un poco más de una semana, los exportadores liquidaron unos US$ 1.050 millones y el Banco Central consiguió retener poco más del 90% de las divisas liquidadas: acumula compras por US$ 912 millones en estos ocho días transcurridos desde el inicio del programa.

Esto le está permitiendo al regulador monetario recomponer sus reservas brutas, que alcanzaron los US$ 25.646 millones el viernes (aunque este lunes terminaron en US$ 24.032 millones por el impacto del pago en yuanes al Fondo Monetario Internacional que complementó el crédito puente de la CAF) y finalizó el mes con saldo negativo de US$ 375 millones en el mercado oficial de cambios, en un julio que había empezado muy complejo en ese sentido.

 

El maíz: clave del éxito

Agusto destaca que el productor está cosechando el maíz tardío y el productor aprovecha este dólar especial con vigencia hasta el 31 de agosto. "Si uno mira las ventas de soja, están paralizadas, por un lado, porque los precios están estancados, y las retienen ante posibles cambios más adelante", detalla.

Así, el hecho de haber incluido al maíz es un elemento clave en el éxito que se viene viendo para este programa. “Sin dudas, que había mucho pendiente de comercializar y que estaba latente su liquidación hasta en tanto no hubiese una devaluación o bien un tipo de cambio diferencial para los maiceros”, explica el economista de Romano Group Salvador Vitelli.

Recordemos que, hasta ahora, el dólar agro no incluía al maíz entre los granos favorecidos por el tipo de cambio diferenciado y la razón principal de esta decisión era que se trata de un insumo clave para la industria avícola, la ganadera y la porcina, ya que es la base de la alimentación de los animales. Eso implicaba un riesgo fuerte de traslado a precios por su efecto en el valor de la carne.

Sin embargo, esta vez, se resolvió incorporarlo y es por eso por lo que, tal como señala el experto en finanzas y agronegocios y gurú de muchos chacareros, Salvador Di Stéfano, “en este momento, no hay soja ni trigo porque ambas campañas fueron muy malas”. Así, asegura que lo que hay son 34 millones de toneladas de maíz por liquidar.

 

El campo necesita dólares

Di Stefano asegura que, en la actualidad, hay una fuerte necesidad de dinero en el campo. Como consecuencia de la sequía, “se necesita dinero como agua en el desierto”, afirma. Y, por ese motivo, prevé que venderán muchísimo. “Lo que saquen, lo van a vender”, anticipa.

Esto se debe, según Agusto, "a que el productor tiene que vender para poder saldar sus obligaciones". Explica que gran parte de la producción se realiza en campos arrendados y necesitan saldar esas deudas contraídas al momento de la siembra, que incluyen los alquileres.

Así, todo indicaría que el programa dólar agro recargado va a lograr alcanzar sin problemas los objetivos planteados, aunque Vitelli advierte que hay que esperar a ver cómo sigue evolucionando, indica que “el nivel volumen comercializado hasta el momento recuerda mucho a lo que sucedió con el dólar soja 1, cuyo resultado fue muy superior a lo que se esperaba inicialmente”.

Todo indicaría que el programa en marcha para economías regionales estaría en camino de superar su meta por mucho, pero alerta que, “no obstante, hay que tener en cuenta lo que pueda pasar en el contexto internacional”.

En ese sentido, Vitelli menciona el hecho de que se observó una caída en la bolsa de Chicago este lunes, donde el volumen comercializado y la intención de venta en la jornada estuvo bajando.

Con todo, es esperable que pronto se alcance el objetivo de los US$ 2.000 millones y que esa evolución lleve el nivel de liquidaciones más allá de los esperado incluso. El maíz acumulado y la demanda global será clave en ese sentido, así como la evolución de precios y qué tan conveniente le siga resultando al sector el precio del tipo de cambio diferencial fijado. Fuente:

Ámbito Financiero – Pilar Wolffelt