En otra jornada que sirve de demostración del elevado nivel de volatilidad que rige durante el mercado climático estadounidense, la soja cerró con importantes bajas en Chicago este martes. Esta caída de los precios, que partió de las ventas de los especuladores y que tuvo como fundamento central los pronósticos de lluvias mayores a las normales durante la primera quincena de julio sobre las principales zonas agrícolas, se dio pese a la nueva desmejora de los cultivos relevada el lunes. La posición julio cayó US$ 9,5, a US$/ton 549.

En efecto, en su informe semana el USDA ponderó el lunes el 51% de la soja en estado bueno/excelente, por debajo del 54% de la semana pasada; del 65% de igual momento del año pasado, y en sintonía con el 51% estimado en promedio por los privados. En Illinois y en Iowa, los dos principales Estados productores de soja, están en estado bueno/excelente el 25% y el 48% de los cultivos, contra el 33% y el 56% del reporte anterior y frente al 66% y al 80% de 2022 para la misma fecha. En floración hay un 10% de cultivos, frente al 6% de igual momento del año pasado y al 9% promedio. Vale recordar que la soja tiene su mes más relevante para la definición de los rindes en agosto.

El hecho de que no haya habido confirmaciones de nuevas compras chinas en Estados Unidos también aportó a las bajas y a la decepción de los inversores.

También conn importantes bajas, sobre todo para los contratos 23/24, cerró la jornada del maíz en Chicago, donde hubo una liquidación de contratos por parte de los inversores en medio de lluvias sobre el oeste de Nebraska y de Dakota del Sur y sobre zonas del este del cinturón sojero/maicero. Esas condiciones ambientales se agregaron a los pronósticos extendidos de 6 a 14 días que auguran la chance de precipitaciones mayores a las normales para buena parte de las regiones productoras de granos gruesos del Medio Oeste y de las Grandes Planicies que, de efectivamente darse, favorecerían suelos y cultivos en el inicio del mes clave para el maíz.

Al igual que en el caso de la soja, las pérdidas se dieron a pesar de la nueva desmejora de los cultivos planteada por el USDA en su informe semanal, donde ponderó un 50% del maíz en estado bueno/excelente, por debajo del 55% de la semana anterior; del 67% de igual momento de 2022, y del 52% estimado en promedio por los operadores. En Iowa y en Illinois, los dos principales Estados productores de maíz, están en estado bueno/excelente el 56 y el 26% de los cultivos, contra el 59 y el 36% de la semana pasada y frente al 80 y al 70% de igual momento de 2022, respectivamente. Fue polinizado el 4% de los cultivos, frente al 4% de igual momento de 2022 y al 4% promedio. La posición julio del maíz perdió US$ 5,6 (US$/ton 245), y la de setiembre casi US$ 11 (US$/ton 219).

En Brasil, la Conab relevó el avance de la segunda cosecha de maíz sobre el 11% del área apta, frente al 5,3% de la semana anterior y al 20,4% de igual momento de 2022. La demora general se ve con claridad sobre Mato Grosso, donde se recolectó el 20,7% de la superficie, contra el 41,8% vigente un año atrás.

Finalmente, el trigo cerró con fuertes bajas en el mercado estadounidense y en el mercado europeo. Entre las razones de la tónica negativa se destacó el predominio que Rusia sigue marcando en el mercado de exportación en el final del ciclo comercial 22/23, con valores que, si bien se están tonificando justamente por el fuerte interés de la demanda, dejan al resto de los proveedores fuera de competencia. Esta situación, que se vería complementada por un abundante volumen de trigo que pasará al ciclo comercial 23/24 –comienza el sábado–, amenaza el arranque de la nueva temporada de ventas para los países de la Unión Europea, en particular de Francia, sede del Euronext, donde el grano fino cayó entre 7,50 y 10,50 euros por tonelada. La posición julio en Chicago cayó US$ 14, a US$/ton 252. Fuente: Granar Research