La zafra de cultivos de verano avanza y (por ahora) con un ánimo renovado producto de una secuencia de importantes precipitaciones que le dan dado un empujón relevante a los cultivos en semanas donde se define el potencial de rendimiento. Además, para esta semana están previstas nuevas lluvias. Quizás el gusto semiamargo lo dejó el maíz de primera, “con rindes que no son malos, pero que pintaban bastante mejor en diciembre”, dijo a Informe Tardáguila el gerente comercial de Barraca Erro, Germán Bremermann.
Añadió que mucho maíz de primera se cosechó húmedo, mientras que las primeras chacras secas están con rendimientos sobre un eje de kg/ha 5.000-7.000. “Eran maíces que quizás pintaban para dar kg/ha 9.000-10.000”, apuntó. El gerente de Erro indicó que la demanda interna por el cereal se muestra activa en este arranque de la zafra, y no descartó que pueda darse algún negocio de exportación como se dio el año pasado.
En tanto, sobre el cultivo de soja, más allá de algún problema puntual de implantación para la soja de segunda sobre fin de año que quedó sin humedad, “fue poca área”, y el “grueso de los cultivos (80%-90%) está caminando con un buen potencial de rendimiento”, estimó Bremermann. Las zonas que hoy se ven más afectadas son parte del norte de Paysandú y sur de San José. “Todavía falta el tramo final de febrero y marzo para la definición del llenado total del grano. Esperemos que el agua no se corte en marzo. Con lluvias normales, seguramente no tengamos un récord, pero sí podemos aspirar a un piso de kg/ha 2.500 o arriba”, proyectó. El año pasado, el rendimiento promedio fue de kg/ha 2.507, según la DIEA.
A su juicio, el área implantada de la oleaginosa en la presente campaña es de 1,2 millones de hectáreas (ha), unas 100 mil ha menos que la campaña anterior producto de una merma en la zona este que fue ocupada por el arroz, y algo menos de área en la zona centro y litoral.
